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Se acercó el día de la gala benéfica, a la cual fuimos invitados tanto para asistir como para actuar.

Trixy y Oliver vendrían, a la par que Will, pero Trixy era nuestra estilista así que se encargó de elegir los outfits de cada uno. Primero actuaríamos y luego nos pondríamos la ropa para la gala benéfica y así era más fácil para todos.

Traía una maleta para meter la ropa y el maquillaje, el maletero del coche de Oliver parecía que fuéramos de mudanza y eso que solo era una gala benéfica.

Para el concierto iba vestida con las botas por la rodilla, una falda de cuadros roja con el borde de puntilla, un top de manga corta blanco con agujeros e imperdibles y un top debajo de este de rejilla. El maquillaje iba a ser el mismo para los dos momentos de la noche, eyeliner, mucho rímel y un pintalabios neutro. El pelo lo llevaba suelto y ondulado, nada extravagante, porque la atención se la llevaba el vestido por goleada.

Los chicos al ir en traje, lo único que cambiaba eran detalles algo punks que no pintaban mucho en la gala benéfica y que se cambiarían al acabar de actuar.

Cuando llegamos al recinto, era espectacular la forma en la que estaba decorado todo, en tonos blancos, todo muy pulcro. Nuestra banda aquí pintaba entre cero y nada, pero bueno, nos iban a pagar muy bien por ello y eso si nos era beneficioso, las cosas como son.

Estábamos a punto de salir a actuar, cuando miré la lista de canciones.

―¿Este cover...? ―Dije señalándolo en la lista―. ¿Quién lo puso?

―Yo ―contestó Dylan―. Es una buena forma de acabar el concierto, una buena canción.

Ethan no sabía de qué iba la historia y Finn negaba con la cabeza porque él si lo sabía. Lo peor es que me dolió, porque dejaría de ser algo nuestro y personal al cantarla delante de muchísima gente. De mis padres, de gente que me conoce desde pequeña y me tiene algo de asco. Gente que no conocía, pero sabía quiénes eran, porque eran gente reconocida. Ya no era algo nuestro.

Miré a Dylan, que no apartaba sus ojos de los míos y negué con la cabeza, cogiendo el micro rojo que llevaba siempre a los conciertos.

―¡Venga chicos! ―Exclamaba Ethan rompiendo la tensión y chocando sus baquetas―. Demostremos a esos pijos quienes somos.

Cuando salimos al escenario visualicé caras reconocidas que salían en la televisión, en redes sociales. Vi a mis padres con el ceño fruncido, a Trixy, Oliver, Will y Frankie alejados de ellos. Visualicé unos nervios en mi interior enormes.

―¡Buenas noches a todos! ―Dije agarrando fuerte el micrófono―. Para quien no nos conozca, somos Storm of Fire y venimos a tocar algunas de nuestras canciones, junto a algunos covers.

La gente aplaudía y empezó el concierto. Canté varias canciones y a la gente no le desagradaba tanto como habíamos pensado, o les gustaba o al menos la toleraban.

―Siempre acabamos el concierto con un cover porque así es como empezamos a tocar música como banda ―dijo Dylan a través del micrófono.

La melodía de Twin Flame de Machine Gun Kelly resonaba por todos lados, hacía que me estremeciera de una forma nunca antes vista y que mi estómago diera un vuelco.

Dylan inició la canción, con esas notas que procedían de su guitarra negra, cerca del micrófono. Entonces empezamos a cantar, solo él, su guitarra y yo. Uno frente del otro, tuve que acercarme porque él no podía separarse del micrófono al estar tocando la guitarra. Finn se empezaba a unir y luego a momentos era Ethan quien daba pequeños toques a la batería.

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