Llegamos a Mónaco luego de parar dos veces más Pat que Charles fuera al baño.
Max, Kelly y Penélope nos recibieron en su inmensa casa, distribuyéndonos en cuartos separados. A excepción de Lando, que compartiría su habitación con Carlos. Por su parte Charles dormiría con Daniel, en habitación continua a la mía.
Dejé mis cosas sin darle mayor importancia, abrí el ventanal de mi habitación que daba al balcón. La vista era preciosa, veía todo Mónaco, la bahía y sus yates de lujo en la costa. Algunos de los chicos decidieron salir de compras, algunos se fueron a jugar al golf, en mi caso decidí quedarme sola en el balcón. Me coloqué los auriculares y empezó a sonar "Confieso" de Kany García. Algunas lágrimas se escaparon de mis ojos recorriendo mi rostro, me permití llorar, me permití pensar en él, esto llevaría tiempo, pero por ahora sería lo suficientemente vulnerable para no caer en la depresión.
En algún momento me quedé dormida en la reposera, eran casi las 18:00 hrs, aún hacía calor. Me cambié de ropa, busqué un vestido rosa suelto, cómodo. Y unas sandalias bajitas. Decidí salir a caminar un rato. Bajé los escalones de la escalera que da al salón principal, había un pequeño grupo de pilotos jugando a la play, entre ellos estaba Charles, Max y Lando.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Buenas tardes bella durmiente, ¿descansaste?.- Lando dejó sus cascos para dirigirse a mi.
-¿Cómo sabías que estaba durmiendo?.- pregunté curiosa, porque no recordaba haberles dicho que dormiría.
-Fuimos a verte a tu habitación, como no bajabas decidimos hacerte una visita.-
-¿Fuimos?.- me crucé de brazos intentando aguantar la risa.
-Si, Charles, Oscar y yo. Como te vimos tan tranquila no te llamamos. No te enojes, no era nuestra intención invadirte.-
Sonreí y me acerqué a Lando, haciéndole seña que se ponga de pie: lo hizo sin entender y lo abracé.
-Gracias Lan, sois los mejores amigos. Los quiero mucho.-
-Ya te lo dije, no estás sola.- La voz de mi amigo era tranquilizadora, acarició mi cabello con ternura.
-Iré a caminar un rato, los veo en la cena chicos.- les di un beso a los tres y salí del salón.
No había señal de Carlos.
Aunque no entendí porque ese pensamiento cruzó por mi cabeza. ¿Acaso algo dentro de mí quería volver a verlo?.
Volví a eso de las 21:00 hrs. Todos estaban cenando, intenté pasar desapercibida hacia mi habitación pero Kelly me interceptó y me invitó a cenar con ellos, muy amablemente. No pude decirle que no. Llegamos a la mesa, tenia un lugar reservado entre Charles y Daniel que rápidamente me dejaron pasar hacia mi asiento. Delante de nosotros estaban Oscar, Lando, Pierre, Max al lado de Kelly y Penélope.
Faltaba alguien.
La cena transcurrió tranquila, comimos pescado, acompañado con un vino blanco al que no me pude resistir, más allá que no solía beber. Pero que carajos, se supone que estamos de vacaciones. Nos reíamos de una anécdota que contaba Daniel cuando oímos la puerta principal. Me asomé con curiosidad, sosteniendo la copa en mi mano, viendo entrar a un Carlos vestido de jean blanco, camisa azul oscuro y tenis a juego. Tenía el cabello desordenado, y olía muy bien, era una fragancia fuerte, atrayente, además tenia las mangas de su camisa por el codo, dejando ver sus brazos. Era jodidamente sexy este hombre. Sus labios carnosos eran exageradamente mordibles. Podía imaginarlos ahora mismo recorriendo mi cuerpo. Maldita sea, que estaba pensando.
