En tus ojos - Logan Sargeant/Carlos Sainz

Por si fuera poco, ahora tú

30 días, 30 malditos días. Parate de verano. Logré salir de nuestra casa hace 5 días. Las flores y plantas del jardín se secaron. Madelyn había decidido volver a Estados Unidos, debía volver a hacer su vida. Lo mismo que tanto me habían recomendado mis amigos, pero que aún no estaba preparada. O tal vez no sabía cómo avanzar. A veces pensaba que no quería avanzar. Porque eso significaría seguir, y poco a poco ir superándolo...olvidando. No me permitiría olvidarlo, su recuerdo es lo único que quedaría conmigo el resto de mi vida.

O eso creía yo.

Dos semanas después...

Lando conducía, Charles discutía con Daniel sobre videojuegos y yo me limité a apoyar mi cabeza en el asiento del copiloto y mirar por la ventana. Nos dirigíamos a Mónaco, Max había invitado a Lando y Charles a pasar unas semanas ahí, y no tuvieron mejor idea que convencerme de venir. Al principio me negué, pero Daniel y Charles decidieron llevarse mi celular, billetera y documentos con ellos a Mónaco.

No importaba si yo iba o no.

Era muy difícil salir a la vida, todo me recordaba a Logan. Los paseos por la ruta, reírnos por los chistes del otro, tomarle fotos a las familias de patitos que decidían cruzar la calle, cantar canciones de Gun's and Roses, y robarle besos al otro en cada semáforo en rojo.
De vez en cuando se me escapaba algún lágrima que intentaba desparecer con discreción, pero Lando siempre me pillaba, tomaba mi mano manteniéndose en silencio. Era una bocanada de aire fresco en este maldito infierno.

-¿Podemos pararnos? Necesito ir al baño.-

-Fuiste al baño hace 40 kilómetros, espera un poco, o a este ritmo llegaremos la semana que viene.-

-¿Alguien me puede decir porque viene Daniel?.- Charles increpó divertido a Lando.-

-Porque no tenía nada mejor que hacer.-

-¿Y cuánto falta?.- Daniel despertó de su mini siesta.

-Mucho si Charles vuelve a pedir para ir al baño.- Lando le tiró una mirada acusadora.

-No quiero sonar repetitivo, ¿pero puedes parar el coche? De verdad necesito ir al baño.-

-Maldita sea, está bien, ya paro.-

Paramos el coche en un apartado y los chicos del asiento de atrás bajaron y se alejaron en busca de un "árbol".

-¿Cómo estás?.- Lando volvió a tomar mi mano, observándome dulcemente.-

-Sobreviviendo, no te voy a mentir. Quisiera estar en casa, en mi cama...creo que no fue buena idea venir.

-Ey ey, no digas eso, no íbamos a dejarte sola, ya estuviste un mes sin salir de tu casa, es hora que empieces a despejarte, entiendo que es difícil, pero tienes que seguir...no estás sola. Nos tienes a nosotros.- Las palabras de Lando solo me provocaban emoción, pero no quería llorar frente a él, ni a Charles.

-Ven aquí.- Lando me atrajo hacia él, abrazándome, intentando tranquilizarme, sintiéndome segura.

Charles y Daniel volvieron al coche, se abrocharon los cinturones y un momento después seguimos nuestro camino. Recibí un mensaje de Charles: "Puedes contar conmigo también♥️".
Lando tenía razón, no estaba sola. Los tenía a ellos.

Sonó el celular de Dan, rió y lo oí decir que lo veía en Mónaco. Se despidió y se dirigió a nosotros:

-Carlos se quedará con nosotros en Mónaco, está volando desde Madrid.

Maldita sea.