La mudanza hacia Italia nuevamente me removió en lo más profundo de mi corazón. Tanto tiempo había pasado desde que Olivia y yo partimos a Estados Unidos. Tantos recuerdos quedaban en el viejo continente. Una nueva escudería norteamericana se sumaría en los próximos años a la Fórmula 1, ofreciéndole a Logan ser parte del equipo, por ahora haría pruebas piloto en el simulador, pero ya verían después. Por mi lado, en una charla con Zak Brown, solicité volver a trabajar con ellos, medio tiempo desde casa y medio tiempo en sus instalaciones. Me dijo que lo analizarían con el equipo de Recursos Humanos y me responderían en el correr de la semana. Aunque no había pasado 12 horas cuando ya tenía la confirmación de mi puesto. Volvería al ruedo, estaba muy feliz.
Los chicos estaban enterados de nuestra vuelta, viviríamos en la antigua casa de Logan, a pesar que se había vendido, algunos contactos cercanos a nosotros lograron hacer una contraoferta que nos permitía comprar la casa nuevamente.
Faltaban dos días para el cumpleaños número 3 de Olivia, sería la ocasión perfecta para reunir a los chicos nuevamente. No nos veíamos desde la ultima navidad, donde ellos pasaron un par de días con nosotros antes de irse de vacaciones de invierno. Sería una sorpresa para todos, ya que no les habíamos dicho nuestra verdadera razón de volver. Por otro lado, yo estaba en mi sexto mes de gestación, esperábamos un varón, Liam, elección de Logan. A ambos nos gustaba, por lo que no fue difícil decidirnos. La primera palabra de Olivia no fue papá ni mamá, fue Lola. Eran las mejores amigas, dormían largas siestas en el sofá, caminaban juntas por el patio, desde que Oli comenzó a dar sus primeros pasos, Lola no se despegó de ella.
La segunda palabra que aprendió a decir fue papá. La emoción de Logan fue desmedida, corrió con ella en brazos cuando se lo dijo, nada fuera de lo normal si no fuera porque yo estaba en el baño.
Había una cuestión que me ponía ansiosa, volver significaría cruzarme con Carlos tarde o temprano. No estaba segura si sabía de Olivia, pero tendría que saberlo algún día. Era inevitable. Me pregunto qué pensaría al ver a Logan.
Elimine ese pensamiento de mi mente y me concentre en terminar de preparar la torta para el cumpleaños. Nos reuniríamos en casa, mañana, no aguantaba las ganas de ver la cara de los chicos cuando me vieran embarazada.
(...)
Estaba todo listo, Olivia estaba jugando con Lola, que intentaba mantener la cordura mientras ella la "maquillaba". Logan estaba duchándose y yo me había puesto un vestido de Lino color celeste, perfecto para la ocasión.
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Vi a mi marido salir de la ducha envuelto en una toalla, con su cabello rubio mojado y sus mejillas rosadas. Una imagen muy fascinante.
-Hola guapo.- saludé acercándome para abrazarlo.
-Amor, estás guapísima.- me recorrió con la mirada de arriba a abajo y dejó un beso en mis labios. -Debo ir a vestirme, ¿o quieres hacer algo con esto antes de recibir a nuestra visitas?.- tomó mi mano suavemente dejándola sobre su erección. Sonreí mordiendo el labio.-nada me gustaría más, pero los chicos vienen en camino, y no quiero cancelarles ahora.-
