En tus ojos - Logan Sargeant/Carlos Sainz

Tropezando con la misma piedra, otra vez

Chequee la app de mi celular intentando comprobar que era un error, el calendario marcaba que mi período estaba retrasado en 16 días. Situación anormal en mi, ya que solía ser muy regular.

Pensé que por el estrés de estas últimas semanas algo estaba funcionando mal en mi sistema, pero por ningún motivo podría estar embarazada. Técnicamente no era imposible, claro. Pero no...no podía asimilarlo. No era el momento ni el lugar.

Lo más sensato sería comprar un test de embarazo y despejar esa duda antes que me explotaran los nervios. No necesitaba un inconveniente más en mi vida. Quizás en otro momento...con él presente...

Quite inmediata ese pensamiento antes que me afectara, decidí darle punto final yendo a la farmacia.
Volví y me encerré en el baño, tenía que esperar unos 5 minutos, cinco minutos que se hicieron eternos. No se lo había dicho a nadie, prefería esperar al resultado.

Caminé por la habitación intentando no comerme las uñas hasta que miré el reloj y ya habían pasado unos 7 minutos. Era momento de enfrentar la situación, por más difícil que fuera.
Intenté entrar al baño pero no me atreví. No estaba lista para lo que podría llegar a ver en el test.

Decidí pedirle ayuda a la única persona que podría entenderme: Kelly.
Le envié un mensaje pidiéndole que venga a mi habitación, era de vida o muerte. En realidad no, pero mi mente estaba muy alterada para pasar por esto sola.

A los pocos minutos apareció en mi habitación, no entendía que me sucedía porque no le di mucho detalle. Cerré la puerta de la habitación con llave, y le pedí que por favor me guardara el secreto, pase lo que pase. Kelly asintió sin entender de que estaba hablando.

-Necesito que entres al baño...vas a ver algo sobre el lavabo, necesito que me digas lo que ves...yo no puedo, no me atrevo.

-Está bien, no entiendo nada pero lo haré, espérame aquí.- caminó hasta el baño, y a los pocos segundos salió, comprendiendo a qué me refería.
Me había sentado en los pies de la cama.
Kelly salió del baño con una sonrisa. No sé si eso era bueno o malo para mi.

-¿Y?.- pregunté ansiosa.

Kelly sonrió...zafaste esta vez, es negativo.-

Suspire aliviada, había acumulado tantos nervios que empecé a llorar, liberando toda la tensión.
Se acercó a mi, abrazándome y conteniéndome. A pesar que no éramos tan cercanas, me sentía bien de contar con una presencia femenina.

-De verdad te lo agradezco, tenia terror que fuera...positivo. No estoy preparada, no ahora...después de, ya sabes. Mis ojos se llenaron de lágrimas.

-Lo entiendo, puedes contar conmigo si necesitas hablar. No te guardes nada, eso no es sano.
Volvió a abrazarme, lo que hizo que volviera a llorar.

Charlamos un rato con Kelly, era muy amable. Tenía las respuestas justas para tranquilizarme.
Luego de un rato se fue, tenía que atender a baby P.
Decidí distraerme e ir al spa, si, Max y ella tenían un spa privado en su casa. Contaba con un sauna que no dude en usar.

Me metí envuelta en una toalla, sin nada más. En un par de minutos mi cuerpo empezó a sudar, mi pelo se había pegado a mi cara y parte del cuello, después de un rato de estar ahí, me sentía relajada. Sin dudas debía repetir esto.

Apoyé mi cuerpo en la pared de madera, estirando mis pies sobre la superficie. No se si fue a causa del calor, o de la liberación de endorfinas que estaba causando el calor, pero comencé a sentir calor en cierto punto íntimo de mi cuerpo.
Cómo no había nadie, pensé que sería buena idea auto satisfacerme, cómo método de liberar la tensión que estaba apoderándose de mi, abrí el toallon que me envolvía, abriendo levemente mis piernas y bajando mi mano hacia mis bragas, metiendo la manos en ellas, entreabriendo mis labios mayores, buscando ingresar entre los pliegues de mi sexo, ubicando mi punto más sensible y acariciando suavemente, estimulando lentamente para prolongar mi propio placer.