Capítulo 17

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Narrador

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Narrador

En el ese preciso momento en que fuiste jalada, los demonios se congelaron al ver en esa fracción de segundo a la muchacha pelinegra, ojos color naranja con haori color blanco con amarillo, la apariencia de la chica coincidía perfectamente con la descripción que le habías dado de tu mejor amiga, Masako.

Cómo carajos llegó hasta aquí? o cómo te encontraron? eran unas de las preguntas que se hacían mientras te veían perderte entre la gente.

-"¿Qué hacemos?"

Si lo pensaban bien, les caía como anillo al dedo la situación, tu amiga se podría hacer cargo de la dolorosa tarea de regresate a tu antigua vida.

Ya que eso habían decidido... dejarte ir...

-"¿Entonces termina todo así?"

Sabían que ese día llegaría, pero no pensaron que ese iba a ser el último a tu lado.

Cada minuto que te separabas de ellos les dolía, sentían como si su alma se fuera contigo.

-Vamos tras ella... -habló Sekido

Estaban en pánico, sabían que sea la acción que tomasen no habría vuelta atrás.

-P-pero decidimos...

-A la mierda eso!... que acaso quieren perderla otra vez?!... ¡¡Vamos tras ella carajo!! -gritó Sekido furioso.

Entonces todos reaccionaron, ya estaba la decisión tomada, no iban a dejarte ir. Así que al instante empezaron a seguir su rastro, hasta salir del distrito.

Urogi desplegó sus alas y empezó a volar a través del bosque, estaba alterado miraba hacía todos lados sin encontrarte.

-"¡Maldicion!... Ufff... debo calmarme... no deben estar lejos..." -pensó mientras se detenía abruptamente, tomo un largo respiro y empezó a utilizar sus otros sentidos. Logro sentir tu aroma no muy lejos, a toda velocidad siguió tu rastro, encontrándote. Te veía en los brazos de tu amiga. Sin pensarlo se aproximó a toda velocidad con la intención de agarrarte.

-Respiración del viento. Segunda postura: Garras de viento purificador!

Estuvo tan concentrado en ti que no sintió la presencia de Takeshi, quien al ver al demonio no dudó ni un segundo en atacar. El espadachín realizó cuatro cortes verticales asemejándose a una garra, los cuales impactaron de lleno sobre el ojiamarillo provocando que perdiera la cabeza.

El ataque fue cerca de ustedes dos, observaste como la cabeza de Urogi caía al suelo. Quisiste gritar su nombre pero el ojinaranja se te acercó a gran velocidad gritando.

-¡¡Yumeeee!! -te abrazó con todas sus fuerzas -¡Estas viva! ¡Mi querida Yume está con vida!

Pero en un pestañeo ambos hermanos se pusieron alerta, poniéndote detrás suyo, el demonio alado se había regenerado rápidamente.

Renacida (Hantengu clones x tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora