En ésta historia eres Yume Nishimura, una joven cazadora de 18 años que fue secuestrada por 4 demonios que dicen conocerte de tu vida pasada.
Harán todo lo posible para que recuperes tus memorias.
Podrás recordarlos?
Descúbrelo, en esta historia ro...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narrador ➡ Era Ansei, año 1854 aprox.
Cuando Hantengu te vio la primera vez si pensó en devorarte, te había seguido la corriente aquella noche y no esperó que tu forma de tratarlo lo hiciera sentirse tan a gusto. Le agradó tu forma de dirigirte a él, tanta amabilidad y respeto que no había sentido en años. Quien diría que perdonarte la vida le salvaría la suya, el demonio no había mentido en sus palabras, realmente te consideraba su amiga y ahora atesoraría más tu amistad por haberlo salvado sabiendo lo que él era.
Cuando volviste a tu cabaña al final del día, aquellos demonios no estaban, suspiraste aliviada ante aquello. El que se encontraba allí era Hantengu, pero en su forma pequeña de demonio. Con calma trató de explicarte todo sobre su naturaleza y su técnica de sangre, no omitió nada, se sentía libre de contarte esas cosas.
A partir de ese día los clones te han visitado por las noches, más por curiosidad, querían saber por que Hantengu te protegía tanto o por que tu presencia les daba tranquilidad.
Sus visitas no te desagradaban, al contrario te agradaba tener compañía de “hombres” guapos, siempre los trataste con respeto a pesar de que algunos de ellos no lo hiciera. Karaku y Urogi eran los que más te visitaban luego Aizetsu te frecuentaba más, Sekido rara vez iba a verte trayendo consigo su mal genio. Al que no volviste a ver fue a Zohakuten, por parte sentías alivio por ello, él te daba miedo.
…
En el transcurso de un mes los has llegado a conocer mejor, te cautivaban sus diferentes cualidades y su forma de ser, le hacían justicia a las emociones que representaban al tener actitudes tan notorias.
Una noche un demonio entró a tu hogar, lograste escapar a duras penas por la parte trasera de tu casa, por suerte uno de los clones te había salvado. Aquel suceso había traído más consecuencias, se habían puesto de acuerdo con protegerte por las noches.
Por que lo hacían? Ni ellos lo sabían, habías provocado en ellos sensaciones que nunca habían experimentado, sentían la necesidad de estar a tu lado por más tiempo ya que por motivos desconocidos les agradaba tu presencia.
Al llegar a tu cabaña luego del trabajo, no era sorpresa encontrarlos apenas llegabas, siempre tenías dos o más clones de compañía y se sentía muy grato para ti. Quien diría que serias amiga de ellos, formando un vinculo más fuerte día con día.
….
Todo marchaba bien para ti, hasta una noche. Mientras cocinabas te desmayaste, alarmando a Karaku y Aizetsu siendo ellos tus acompañantes esa noche. Eras un humano muy frágil a sus ojos, te habían visto resfriada varias veces o decaída por el cansancio pero nunca desplomarte de esa manera.
A la noche siguiente los 4 habían ido a verte, les alarmó saber que te habías desmayado por 3 horas. Les comentaste que irías a un medico del pueblo para saber que podría ser el causante y por eso ellos esperaban impacientemente tu llegada. Su sorpresa fue verte llegar con una mirada triste, desanimada y era por la noticia que habías recibido.