En ésta historia eres Yume Nishimura, una joven cazadora de 18 años que fue secuestrada por 4 demonios que dicen conocerte de tu vida pasada.
Harán todo lo posible para que recuperes tus memorias.
Podrás recordarlos?
Descúbrelo, en esta historia ro...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Yume
–¡Eres muy lento amor! –Exclamé con una sonrisa, mientras corría velozmente a través del bosque.
Estábamos jugando a un simple juego de las traes, donde él me debía atrapar.
Karaku dio un salto con la intención de derribarme pero me agache, por lo que el salió volando delante de mí, rodando en el suelo.
–JAJA! Buen intento! –hablé con burla, era magnifico, ahora podía correr incluso más rápido que Karaku.
–Te atraparé! –habló levantándose y saltando nuevamente hacia mi, pero lo evadí fácilmente para empezar a correr otra vez.
–¡Vamos! –me reí, mientras salté a un árbol.
Él me siguió mientras saltaba de árbol en árbol atrás de mi, acortando cada vez más la distancia entre nosotros, justo cuando estaba por atraparme con mi katana le corté su mano para empujarlo y verlo caer del árbol.
–Oye! –exclamó.
–Debías haber previsto que haría eso –sonreí mientras lo veía desde arriba.
Era increíble ver lo mucho que podían cambiar las cosas en cinco meses.
Había mejorado tanto que mis entrenamientos se reducían a combates con mis bellos clones, algunas veces me enfrentaba a los cuatro a la vez.
Aun que… al único que no eh convencido para entrenar fue a Zoha, le pedí hasta el cansancio que no fuera terco y me dejase enfrentarlo… pero siempre me rechaza. Lo cual a veces me ah hecho enojar, entiendo que no quiera lastimarme pero soy más fuerte ahora. En fin… no dejaré de pedírselo.
Por esa razón eh estado perfeccionando mi respiración, lo hacía en secreto durante el día, había posturas nuevas que estaba puliendo, cuando llegue el día en que me diga que si, lo sorprenderé!
También se me había ocurrido la idea de llamar la atención de otros demonios en el bosque para matarlos, era fácil esparcir un poco de mi sangre para atraerlos a su destino final. De alguna forma sentía que daba mi apoyo sin necesidad de ser parte de la cofradía de cazadores de demonios.
Y qué decir de la relación con mis amores?
Siento que no podríamos estar mejor, los días a su lado eran los mejores de mi vida, siento que los amo más que nunca al igual que ellos a mi, vivir con ellos siempre será lo mejor qué me pudo haber pasado.
Me han cuidado con todo el amor que podían entregarme, no había un solo segundo que dejen de mostrar lo mucho que me aman.
Algo destacable.
Ah madurado mucho la relación, ya no eran tan celosos entre ellos (pero si lo seguían siendo), sin duda había mucha más confianza… y lo digo por el ámbito sexual…
