En ésta historia eres Yume Nishimura, una joven cazadora de 18 años que fue secuestrada por 4 demonios que dicen conocerte de tu vida pasada.
Harán todo lo posible para que recuperes tus memorias.
Podrás recordarlos?
Descúbrelo, en esta historia ro...
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Narrador
La luna estaba en lo alto acompañada de un montón de estrellas. No les tomó mucho tiempo llegar hasta la finca de los Ubuyashiki, dónde un kakushi recibió a los cinco demonios que tenían su aspecto como humanos, quien los veía boquiabierta. El sabía que eran demonios, demonios que estaban entrando a la finca del patrón.
—E-es por aquí, Oyakata-sama ya los está esperando —habló mientras les abría el shoji para que pasasen.
Apenas ingresaron vieron a un pequeño niño de cabellos azabache largo que le llegaba hasta los hombros, quien estaba acompañado de dos jovencitas con cabellos color albino.
—Muchas gracias por venir, por favor siéntense. —habló amablemente el joven, indicando los almohadones que estaban previamente preparados.
—Me presento, mi nombre es Kiriya Ubuyashiki —habló mientras veía como los demonios se ponían cómodos. —Aun que ustedes no necesitan presentarse, me sé el nombre de todos ustedes.
—¿Y por qué nos ah llamado patroncito? —habló Karaku sentado con las piernas cruzadas.
—Primero en principal, deseo de todo corazón que la señorita Nishimura tenga una pronta recuperación, ella ah sido una pieza importante en la lucha contra Muzan, al igual que ustedes.
—Por lo mismo quería agradecerles en persona que hayan salvado la vida de personas importantes, con su ayuda las bajas de vidas fueron menores a lo esperado. La familia Ubuyashiki está agradecida con ustedes.
Habló para inclinarse colocando ambas manos en el suelo y pegando su frente en el piso, siendo imitado por sus hermanas.
—¡No es necesario que haga eso! —exclamó Aizetsu.
—Si debe agradecerle a alguien es a Yume —habló Zohakuten.
—No estaríamos aquí sino fuera por ella… —habló Sekido.
—Yume fue la persona que tocó nuestros corazones… la responsable de que cambiáramos para bien… ella fue la que salvó a todas esas personas… —habló Urogi, quien se había ganado la mirada de todos.
—Después de todo ella también nos salvó a nosotros —habló Karaku en un suspiro.
El patrón quedó sorprendido, aquellos demonios podrían haberse llevando el crédito de sus hazañas, pero prefirieron darte a ti el verdadero honor. Algo que hizo que estuviera más seguro de su decisión.
—Aun así… me gustaría agradecerles de igual forma, por lo que decidí darles a todos una recompensa.
Aquello hizo que Karaku y Urogi sonrieran de la emoción.
—Me enteré que todos ustedes viven con la señorita Nishimura en la casa de sus padres… e imagino que debe ser un poco pequeño para tantas personas, por lo que quiero darles una finca propia a los seis… o bueno… siete, el pequeñito no vino con ustedes?
