En ésta historia eres Yume Nishimura, una joven cazadora de 18 años que fue secuestrada por 4 demonios que dicen conocerte de tu vida pasada.
Harán todo lo posible para que recuperes tus memorias.
Podrás recordarlos?
Descúbrelo, en esta historia ro...
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Narrador
Ambos volvieron al distrito, un poco agitados y desarreglados, caminaban con algo de prisa por medio de las calles que aún seguían con gente, sin duda ese lugar nunca duerme.
Caminando un poco llegaron a una zona con poca gente para luego detenerse frente a un pequeño edificio, un rabuho, te sonrojaste cuando leíste el kanji del lugar que decía "Love hotel" .
Lo miraste un poco sorprendida al demonio y él te devolvió una mirada picarona, provocando que te sonrojases aún más.
Sin perder mucho el tiempo ingresaron al lugar, te sorprendió lo discreto que podía llegar a ser el servicio, no tuvieron que verle la cara a nadie, los de recepción los atendían detrás de una pared de madera en la que había un hueco en la parte inferior. Por donde Urogi dejo el dinero recibiendo a cambio la llave del cuarto.
Y así emocionados caminaban por los pasillos del lugar, observando varias puertas buscando la habitación que les correspondía. Cuando llegaron a esta, miraron sorprendidos el interior.
Aquel cuarto estaba decorado con varias velas aromáticas, muchos pétalos de rosa esparcidos por doquier, pero lo más importante era el hecho de que había una enorme cama. Nunca habías visto una, eso sin duda te emocionó.
No lo pensaste dos veces y fuiste corriendo a tirarte sobre ella, apreciando lo cómoda que se sentía.
-Yume... mira esto -habló Urogi llamando tu atención, él estaba junto a unas cadenas que estaban fijas a una pared. -Quieres probar? -sonrió pícaramente.
-N-no... no lo sé... -respondiste sonrojada, querías pero estabas muy fría para pedirlo.
Fuiste hasta el baño y vaya que era hermoso, pensaste en darte un baño antes de empezar, así que sin avisarle cerraste la puerta y te encerraste.
-Oye por qué te encierras? -escuchaste a Urogi detrás de la puerta.
-Quiero darme un baño -hablaste apenada.
-Te ayudo? -abrió la puerta y asomó la cabeza.
-N-no... dame cinco minutos no tardaré mucho...
Y así fue como empezaste a desvestirte, querías limpiarte todo el sudor y semen que todavía escurría por tu entrepierna, producto de la cogida que habían tenido hace un rato.
Ya limpia tomaste una toalla para cubrirte -"Y si salgo así?... Vestirse sería en vano".
Fue así que con tu cuerpo ya seco saliste envuelto tu cuerpo en una toalla, tomando por sorpresa a Urogi quien al verte así se "emocionó" casi al instante. Relamiéndose los labios se acercó a ti, levantaste la cabeza para mirarlo, la diferencia de tamaño era muy notable, él con un metro ochenta y tu apenas con un poco más de metro y medio.
Sin pensarlo el demonio atacó tus labios, besándote de una forma tan candente que provoco que te encendieras casi al instante. Mientras sus lenguas bailaban entre sus bocas, el azabache quitaba de tu cuerpo aquella toalla, tirándola lejos. Se apartó de ti para verte de arriba abajo, estabas totalmente desnuda frente a él, por ello te cubriste con tus manos al ver sus ojos analizándote sin descaro.
