Capítulo 82

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Narrador

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Narrador

Muchas lágrimas, lagrimas y más lagrimas escapaban de tus ojos al escuchar a cada uno de tus amados esposos, no podías evitarlo. Eras un mar de emociones, a medio discurso ya habías empezado a llorar y todavía más al finalizar la exposición de los votos. Dejó de importarte si el maquillaje se arruinaba, simplemente no podías evitar que tus emociones salieran a flor de piel.

Emoción que era percibida por todos los presentes en aquel templo, todas las invitadas estaban llorando ante esa escena tan emotiva.

—Dejen de llorar, parecen tontas —susurró Takeshi con molestia.

—P-pero si tu t-también estás llorando, snif —respondió su hermana con susurros mientras sollozaba.

—E-es su culpa, me contagian lo cursi —rechistó irritado mientras se limpiaba las lágrimas.

—Lo escuchó, nos dijo tontas —susurró Suma hacia Uzui —Dígale algo.

—Takeshi tonto —susurró Makio pegándole un zape en la cabeza.

—Déjenme en paz —respondió molesto ante los ataques de Makio y Suma.

—Por favor compórtense estamos en una ceremonia —susurró Uzui con una pequeña vena en su frente al ver que estaban empezando a llamar la atención.

Hantengu también estaba bastante emocionado, no le fue difícil llorar por verlos. Tu padre también limpiaba alguna que otra lagrima que amenazaba con escaparse de sus orbes púrpuras, mientras sobaba la espalda de su esposa quien si era un mar de lágrimas.

El sacerdote con unas cuantas oraciones más dio por terminada la ceremonia religiosa, dónde todos los invitados salieron del templo para verlos salir todos juntos, esta vez como esposos.

—¡QUE VIVAN LOS NOVIOS! — gritó Masako al ver como salías con una enorme sonrisa acompañada por tus cinco ahora esposos. Todos aplaudieron mientras veían como se abrazaban, siendo que por fin podían moverse libremente.

—Mi amor estás bellísima —habló Aizetsu sonriendo grande, en ese momento se sentía muy feliz.

—¡Mi esposa, mi bella esposa, no puedo dejar de decirlo! —habló Karaku emocionado mientras te abrazaba.

—Sekido no dejaba de temblar, por poco y se traba al hablar —habló Urogi con burla.

—¡Idiotas! ¡No hablen como si fuera el único que estaba nervioso! —respondió muy molesto mientras sus mejillas se sonrojaban.

—Todos los hicieron muy bien… las palabras que han dicho fueron las más bonitas, realmente estoy feliz que ahora estemos unidos para siempre. —hablaste tomando la mano de Sekido, tus palabras lo calmaron e hicieron sonreír a los demás.

—Con o sin boda, siempre estaremos unidos a ti Yume, eres dueña de nuestros corazones y eso nunca cambiará ni en un millón de siglos.

Se te iluminó el rostro al escuchar a Zohakuten, sonriendo más al ver como todos asentían a sus palabras indicando que pensaban igual.

Renacida (Hantengu clones x tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora