Capítulo 90

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Narrador

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Narrador

—¡Vamos, quiero que todos pateen con todas sus fuerzas!

Exclamaste mientras veías a tus alumnos, todos estaban emparejados, uno sostenía una colchoneta para resistir el golpe y el otro practicaba la patada.

Con el tiempo haz tenido más alumnos, ahora contabas con quince niños y jóvenes, quienes aprendían bajo tu guía.

—¿Cuándo podremos ver una pelea entre usted y sus esposo sensei? —encuestó una niña.

—¡Si! Extrañamos verlos en acción —habló otro.

Ante eso todos los niños te vieron, ya que la mayoría pesaba igual, suspiraste y sonreíste, la verdad te emocionaba la idea de darles otra demostración, pero en esos momentos no era posible.

—Hoy no, tal vez mañana, les parece? Siéntense todos, vamos a meditar y finalizaremos la clase con eso —indicaste.

Los niños te obedecieron y se acercaron a ti para sentarse en el pasto con las piernas cruzadas. La meditación a la que te referías era la respiración de concentración total, les enseñaste a utilizarla con ayuda de la meditación, no solías requerirla durante las batallas, más fue la insistencia de Mayu de aprenderla al descubrir de su existencia.

Todos cerraban sus ojos y se concentraban en realizar la de forma correcta, aun que te daba gracia ver como uno de los niños se tambaleaba, al parecer se estaba durmiendo.

—Kenzo… te estás durmiendo —hablaste con una risita llamando su atención, quien se sobresaltó al escucharte.

—Lo siento sensei —habló haciendo una reverencia, pero al mismo tiempo bostezando —Es que hace unos días nació mi hermanita, suele llorar mucho por las noches y no me deja dormir.

—Oh felicidades a tu mamá Kenzo, debes ser un buen hermano mayor —respondiste con una sonrisa.

—Sensei —una niña levantó la mano.

—Si, Shiori… Dime —la miraste.

—Mi mami pregunta por qué aún no tuvo hijos? —encuestó.

—E-eh? —esa pregunta te tomó un poco desprevenida.

En eso los pequeños empezaron a murmurar.

—Mi padre dice que es una maldición por tener tantos espos… ¡Auch! —habló otro niño quien fue interrumpido.

—No digas eso de la sensei ¡Respétala! —exclamó otra niña quien lo había golpeado.

—No peleen, tranquilos —levantaste tus manos para llamar su atención.

—Pero en verdad tenemos curiosidad sensei —habló otra llamando su atención.

Ante eso Mayu frunció el seño y se levantó.

Renacida (Hantengu clones x tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora