Capítulo 8

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Yume

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Yume

Nunca pensé que descubriría lo que se siente volar, lo que la mayoría solo podría soñar yo lo vivía en carne propia, sin duda es una experiencia que jamás imagine vivir. Mis miedos a las alturas seguían dentro de mi, pero estando en sus brazos me sentía muy segura, sabía que nada iba a pasarme.

Estuvimos un buen rato por los cielos, hasta que Urogi sintió que era suficiente y regresamos. Algo nos decía que los otros clones ya habían vuelto y que de seguro estarían preocupados al no vernos en la finca.

–¡¿Dónde estaban?! –Habló Karaku molesto, apenas entramos los regaños no se hicieron esperar.

–Sólo dimos un paseo Karaku –Respondió el oji amarillo, él seguía sosteniéndome en sus brazos.

–¡Se supone que debías cuidarla aquí dentro! –regañó Sekido, estaba tan molesto que golpeo el suelo contra el suelo liberando algunos rayos.

De la nada apareció Aizetsu y con unas de sus manos toco mi rostro.

–¡Yume estás congelada! –habló con un semblante serio –Si se enferma será tu culpa –su mirada mostraba una gran molestia.

–¡No lo regañen!... Fue mi idea… yo le dije que quería salir –los interrumpí –E-el al principio se negó pero… ¡No pensaba quedarme acostada como una planta! Me aburre estar todo el día encerrada… –aun que intentaba decir una mentira, lo que sentía no estaba más lejos de la realidad.

–Estar casi todo el día en una habitación cerrada, sin ningún rayo del sol sobre mi… ¡Necesito salir de día al menos 5 segundos! –dije alzando la voz –Y si no les parece… ¡Entonces no se quejen de que quiera salir de noche!.

Todos se quedaron en silencio ante mis palabras

–Urogi… llévame a la habitación estoy muy cansada… por favor –dije con una voz mas calmada, el demonio obedeció sin chistar y salimos de aquella sala.

Ninguno de los dos dijo ni una palabra durante el trayecto de ese largo pasillo. Llegamos a la habitación y me dejó con cuidado sobre el futón, luego se sentó a mi lado.

–¿Tratabas de defenderme o… te estabas desahogando Yume? –dijo mirándome.

–E-eh… al principio si pero… –suspire –creo que si me deje llevar un poco…–dije con una sonrisa nerviosa.

–Yo no tengo problemas con sacarte de día… de hecho ninguno de los otros dos tampoco… pero… es Sekido quien da las órdenes…

–¿Por qué el da las órdenes?... Es más fuerte que ustedes?

–No es eso… –pude sentir un poco la tensión en su voz –pero no te preocupes, mejor descansa Yume. –se levantó y se dirigió a la puerta.

–Gracias por el paseo… la verdad si me divertí mucho… deberíamos repetirlo en otra ocasión –mi voz hizo que se detuviera, me miró y se acercó otra vez hacia mi.

Renacida (Hantengu clones x tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora