INTRODUCCIÓN

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Esto no es un cuento de hadas...

Esto es la vida real, los relatos, cuentos e historias de vampiros y hombres lobo eran verídicos. A diferencia de que no eran como en las películas.

Los vampiros no eran buenos, nobles y protectores: en este cuento no se enamoraban de la chica frágil y la cuidaban; en este cuento ellos eran los verdugos.

Los hombres lobos no eran fieles y leales. Ambos eran asesinos.

Como lo sabia; porque ellos asesinaron a mi familia. Era la Navidad de un año tan remoto que no recuerdo siquiera cual fue: yo era una niña, tenía apenas cinco años cuando una manada de vampiros, irrumpieron en mi casa y frente a mis ojos se alimentaron de toda mi familia. Eran quince personas en total.

Sobreviví junto con mi hermana de 4 meses, nuestro olor era débil así que no nos encontraron cuando nuestra madre nos escondió en el closet.

Aun así logre verlo todo, el sadismo con el cual se alimentaron de mi familia; ni siquiera alcanzaron a gritar o a pedir ayuda. Ellos los asesinaron rápidamente sin dolor ni suplicio.

Tal vez eso fue lo único bueno.

Luego le prendieron fuego a la casa para ocultar su crimen. Yo logre salir con mi hermana por la parte trasera de la vivienda.

Una familia de labriegos nos rescató sucias y hambrientas a la orilla de un camino. Ellos nos llevaron a un orfanato.

Les conté lo que había sucedido pero nadie creyó lo que vi; nadie creyó en mí. Ni siquiera cuando les grité que los vampiros y hombres lobo habían asesinado a mi familia. Todos me tacharon de loca.

Pase esos años encerrada en un habitación, sólo podía ver a mi hermanita a través de una ventana. Un suplicio para mí, uno que no pude aguantar.

Escape a los 12 años de aquel lugar. Cressy ya había sido adoptada 5 años atrás. Había dejado de verla hacia mucho tiempo, y no había nada que me atara allí. Sobreviví en las calles; las niñas duraban muy poco tiempo en lugares así, por lo tanto me corte el pelo y me colocaba ropa de hombre que encontraba en la basura.

Dure dos años en esas precarias condiciones; hasta que alguien me encontró. No se si fue el destino o la casualidad, pero un cazador de vampiros me reclutó. O quizá porque yo si le creí cuando me aseguró que necesitaba a alguien que le ayudará a luchar contra esos seres.

No se que lo llevo a mi, lo único de lo que puedo estar segura es que el cambio mi vida. El me dio un propósito: uno por el cual pude seguir viviendo.

El hombre no pasaba de los treinta años en apariencia; pero pronto comprendí que tenía más de 100. El necesitaba un discípulo, y yo me convertí en eso. Entrene duramente por 6 años, hasta entonces pude salir a cazar.

Tienen razón cuando dicen que la primera vez es la más difícil...

Sobretodo por la debilidad, sin embargo una vez empiezas te vuelves cada vez más fuerte. El alma del vampiro asesinado queda atada de por vida a el cazador razón por la cual este se convierte en inmortal: no envejece, ni enferma, y su fuerza se vuelve sobrehumana.

A los 37 seguía pareciendo de 20, había asesinado tantos vampiros que ya había perdido la cuenta. Ellos penaban en mi interior y sólo serían libres el día que yo muriera. Un castigo poco para lo que merecían...

Asesine a los vampiros que acabaron con mi familia. Uno a uno y suprimí sus almas encerrándolas en mi; pero todo no fue ganancia. Trey, mi mentor murió a manos de Laos uno de los doce Lord del concejo vampírico. Pero no fue en vano... en compañía de tres cazadores mas asesine a Laos, y a cinco de sus hermanos.

El concejo vampírico me declaró la guerra. No sólo a mi sino a todos los cazadores. Pronto encontraron una solución.

Los humanos son ambiciosos: quieren poder, juventud, belleza, dinero; todo eso les ofrecían los vampiros. Ellos se mostraron a el mundo: quien se escandalizó pero más pronto de lo que yo creía los aceptaron. Hicieron un trato: Todos los beneficios de los vampiros a cambio de sangre.

Los humanos olvidaron a las personas que los vampiros acribillaron.

A cambio los perdonaron.

A ellos si, a nosotros no.

Los seis Lord restantes firmaron un pacto con los principales gobiernos humanos, todo para formar una paz duradera. Ellos se asociaron mientras nosotros éramos atrapados.

Los cazadores amenazábamos su paz así que nos eliminaron. Los vampiros hubiesen pedido nuestra muerte, pero los humanos se negaron: sabían que en caso de una guerra nosotros éramos los únicos que podíamos controlar a los vampiros.

El día de mi captura enviaron sólo agentes humanos, sabían que era incapaz de hacerles daño.

Tuve un juicio, me acusaron de crímenes atroces en contra de los vampiros y licántropos, y me condenaron a cadena perpetua. La acepte porque era culpable. Acepté mi destino sin saber lo que me aguardaba.

Con tantas almas de vampiros en mi interior era imposible saber cuanto tiempo me llevaría morir. Por el momento había envejecido tal vez cinco años o menos.

Mi encierro empezó en Krett Lett, una cárcel modificada e impenetrable. Era imposible escapar de allí: Ni siquiera podia ver la luz del sol, vivía en cuatro paredes. Llevaba la cuenta de los días, pero perdí la noción del tiempo cuando llegué a los 30 años.

Ese fue el pago por proteger a los humanos de los monstruos. Yo sólo quería evitar que más familias pasarán por lo que yo pase, sólo eso.

Cressy debia ser una anciana o tal vez ya estaría muerta. Yo sólo anhelaba salir de allí, recuperar mi libertad y la tarea que deje a medias.

Aun tenía que asesinar a los seis Lord que quedan con vida.

#CorazonesHechizadosVE



CAZADORES DE BESTIAS 1: La ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora