CAPÍTULO 26: Debilidad

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SCARLETT:

Gracias a Antry los imbéciles se dieron cuenta que aun estaba con vida. Escuche lo que decían todo el tiempo. Sólo perdí la noción el tiempo que duró la operación.

Después de la operación me empecé a sentir mucho mejor. Luego de unas cuantas horas logre abrir los ojos. Observé la habitación; Criss, Jael y Phoe dormían sobre el sofá.

Los tres habían estado todo el día al pendiente de mi. Antry se había marchado poco después de que la operación terminará.

El muy idiota tenía una cita con su querida novia. El mismo le dijo a Criss que no volvería hasta mañana, ya que se iba a quedar con ella toda la noche.

Bueno esa era la realidad. Antry tendría que casarse con esa mujer antes de cumplir los 33. El lío era que se habían gestado rumores respecto a su virilidad ya que se negaba a serle infiel con las mujeres que le coqueteaban. Que de por sí eran muchas.

En ese caso sólo habían dos opciones: La primera Antry era un hombre extremadamente fiel o dos, el estaba tan enamorado de su novia que era incapaz de traicionarla.

Las dos opciones para mi eran pésimas.

El sistema de Gobierno humano se me hacía injusto e inútil. El Gobierno obligaba a los hombres a contraer matrimonio antes de los 33 y a las mujeres antes de los 25.

A cada hombre se le asignaba una mujer con la cual debía casarse y tener el total de dos hijos. Un niño y una niña.

Controlaban la fecundación de tal manera que al mundo dejaron de venir niños con malformaciones, enfermedades mentales y congénitas. Cada vez nacían menos humanos ya que los jóvenes al cumplir la mayoría de edad decidían por si mismos sí se convertían en vampiros o licántropos.

Leí todo eso en los pedazos de periódicos que los guardias dejaban para mi. También hablaban sobre la abundancia de vampiros impuros, y los pocos puros que habían nacido.

También la poca natalidad de Alfas era un tema que se tocaba a profundidad. Los Alfas que quedaban en el mundo se podían contar con los dedos de la mano.

Por eso el Alfa oscuro quería fecundar vida. Quizá todo eso de que yo era su compañera no se trataba sino de una estrategia de el Alfa para poder tener un descendiente más poderoso que el mismo.

Me senté en la cama. A mi oído llegaron los cortos ronquidos de Phoe, Jael se encontraba recostado sobre el. Criss un poco más apartado dormía de espaldas con la cabeza apoyada sobre el sofá.

Mi mente viajó hacia el pasado. Ese pasado en el cual los humanos iban y venían desconociendo las manadas de licántropos y los vampiros que vivían en las sombras.

Esos humanos eran felices desconociendo la guerra que se gestaba a su alrededor.  Fueron tiempos difíciles para los vampiros y licántropos. Los cazábamos a diario sin descanso.

Morían por cientos y nosotros nos hacíamos más fuertes. Creíamos con toda nuestra fe que pronto llegaríamos a extinguirlos. Borrar de una vez del mundo el rastro de esa raza maldita que nació con Drácula.

Era nuestro deber sagrado. Nuestra misión y fallamos. Sin embargo aun estaba de pie y tenía mi fe intacta.

Luego de dar fin a el Alfa oscuro volvería a mi antigua vida. Una vez tuve un compañero y este murió. Así que estaría esta vez sola; sería de nuevo la cazadora errante.

Y si los vampiros habían prosperado yo iba a acabar con su fortuna.

Los cazaría uno por uno hasta extinguirlos del mundo.

CAZADORES DE BESTIAS 1: La ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora