CAPÍTULO 8: Comando

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La punzada en mi pecho desapareció casi a el mismo tiempo en que estuve frente a el comando vampírico.

El gran edificio era más alto que cualquiera que recordará. Mire hacia arriba y aunque mi vista súper desarrollada me permitía ver más que una persona normal, no logre verle fin.

Sus cimientos se perdían metros arriba en el negro firmamento. El complejo por así llamarlo era impresionante. No recordaba ninguna construcción de ese tipo.

Adentro podía fácilmente distinguir las figuras que se movían de un lado a otro. Vampiros iban y venían de un aquí para allá. Lo mismo sucedía con los licántropos.

Me giré para ver la calle en la cual estaba. Algunos vehículos muy raros se movían a un metro sobre el suelo. Era como si volarán. Sus paredes transparentes dejaban ver a los pasajeros que los ocupaban. De cuarenta pasajeros que divise en ese minuto tan sólo cuatro eran humanos.

Los humanos estaban extinguiéndose.

—Ya te acostumbraras —agregó el señor Pross—. Hemos avanzado mucho tecnológicamente. Ahora somos un mundo más desarrollado.

—No se si felicitarlos o tirarme de lo alto de este edificio ¿A esta porquería llaman tecnología? —interrogue.

—La vida es mucho mas fácil con ella —intervino Phoe—. Los humanos y vampiros tenemos menos trabajo ahora.

—Flojos, los humanos siempre poniendo por encima de todo su pereza. Hasta de su propia vida.

—Deja ya de discutir por todo Scarlett, vamos adentro. Llevan mucho rato esperándonos.

El señor Pross solía regañarme cuando me portaba mal. Sobre todo las veces que intente escaparme de la cárcel. Iba a refutar algo pero lo mejor era no desgastarme en discusiones absurdas.

Absorbí la última bocanada de aire; aunque olía a humo era preferible que el olor de los vampiros, y hombres lobo. Seguí a el señor Pross quien avanzó tras una puerta. La puerta tenía un escáner parecido a los que había en las cárceles.

Después de pasar por dicho escáner pudimos entrar. La sala era enorme y allí había mucho movimiento. El piso de cristal brillaba y uno fácilmente se podía ver en el.

Moví la cabeza hacia una lado al reconocer entre aquellos vampiros a uno que detestaba. Era uno de los guardias privados del Lord. Nunca supe su nombre porque no me interesaba saberlo.  Fue el quien impidió que asesinara a el Lord. El y su maldita humanidad.

Fue el primer ser que llevaba sangre humana y vampírica en sus venas. Un híbrido que se hizo pasar frente a mi como un humano. Fingió ser un cazador y me llevo a una trampa. En donde casi pierdo la vida. Yo confiaba en el ya que creía que era uno de mis compañeros.

El muy desgraciado se aprovechó de eso para inyectarme mediante in disparo una potente solución de químicos que por poco me matan. Nunca olvidaría a esa rata asquerosa.

El muy hijo de... noto mi presencia y se acercó con una sonrisa de superioridad que terminó por hervirme la sangre.

—Mantén la calma —pidió el señor Pross.

—Vaya, ¿Qué tenemos aquí? —interrogó—. Tantos años han pasado y sigues igual.

—Aléjate Brian, el Lord la esta esperando —dijo Antry.

—Yo solo quiero saludar a una vieja amiga.

—Pues no creo que ella quiera saludarte —añadió Jael—. Y si no quieres que tu cabeza termine lejos de tu cuerpo lo mejor será que sigas tu camino.

CAZADORES DE BESTIAS 1: La ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora