CAZADORES DE BESTIAS 1: La Reina

CAPÍTULO 67: Obstáculo

SCARLETT:

Tenía las energías renovadas por así decirlo. Estar con Antry era como viajar a un espacio y mundo distinto. Los momentos en sus brazos se me hacían eternos; como si el tiempo no corriera y todo se quedará inerte a nuestro alrededor.

Intente vestirme y arreglarme de manera que nadie sospechara lo que acabábamos de hacer en el baño. Él se apuntaba su camisa mientras sonreía abiertamente.

Lo mire a través del espejo a la vez que arqueaba una ceja.

—¿De qué te ríes? —interrogue.

—De nada.

—¿En serio?

—Bueno es que..., jamás pensé que pudiera tenerte de esta manera.

Me giré y el se acercó para acomodar mi cabello.

—No te preocupes mi vida, nada va a pasarme.

A pesar de sus palabras no dejaba de estar preocupada.

—Mantente lejos de mi. Yo seré el primer objetivo del Alfa y no quiero que te haga daño.

—Esta bien, haré todo para que estés tranquila. Te amo.

Mientras decía esas palabras me dio un delicado beso.

Claro, que también lo amaba.

Y nada quería más en el mundo que hacer una vida junto a él.

Estaba dispuesta a dejar todo por el. Nunca más volvería a cazar a cambio de que Antry siguiera a mi lado.

—Sabes que —dijo separándose—; cuando esto acabe, terminaré mi relación con Alice. No me voy a casar con ella.

Sonreí de par en par. Era como si Antry adivinara mis pensamientos y quisiera continuar su vida conmigo.

—Tengo la tarjeta especial así que puedo romper mi compromiso sin temor a represalias —añadió sonriendo—, no podría casarme con ella. Porque yo solo quiero vivir contigo, y que tú seas mía.

—¿Qué es lo que me estas proponiendo? —cuestione acariciando su pecho.

—Quiero que cuando tengas tu libertad te vengas a vivir conmigo. Si quieres nos podemos casar o no; todo depende de ti. Yo lo único que deseo es verte despertar todos los días de mi vida.

—Sí —respondí sin siquiera pensarlo—, viviré contigo en donde sea y como sea. No me importa, desde que este a tu lado.

—Te amo, y a partir de mañana empezará una nueva vida para los dos.

Nos besamos para sellar nuestro trato. Mi amor estaba con el y también las ilusiones de una vida nueva a su lado. Al fin sería feliz.

No tendría que perseguir más a nadie. Ni asesinar, ni pasármela de aquí para allá entre sangre y muerte.

Era justo conmigo.
Mi corazón no cabía en sí de la dicha. Tenía una segunda oportunidad de amar.

Y amaba a un ser excepcional que me hacía feliz en todos los ámbitos.

Mi Antry...

Me separe de el, y entrelace mi mano con la suya. Salimos del baño. En la habitación Zatu estaba más intranquilo.

—¡Llegamos! —exclamó dando un brinco.

Segundos después el avión aterrizó. Me solté de Antry para poder equiparme. Tenía tantas armas que estaba casi segura que esta vez el no iba a vencerme.

Cuando salimos del avión ya cinco convoyes nos esperaban. Steven había salido más efectivo que cualquier otro ayudante.

La policía de la ciudad ya estaba puesta al tanto de la situación, por ello habían dispuesto de varios efectivos para ayudarnos.