CAPÍTULO 55: Mentira

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SCARLETT:

Salí al pasillo, Antry se encontraba de pie con los brazos cruzados sobre su pecho. Tenía los ojos fijos en la puerta.

—¿Estás bien? —preguntó apenas me vio—, ¿Porqué te demoraste tanto?

—¿Cuanto llevas allí? —replique caminando hacia el ascensor.

—Apenas cuatro horas. Criss despertó y no se que hacer con el.

Podía sentir sus pasos detrás mío, sin embargo no quería siquiera mirarlo a los ojos. Entre al ascensor y el hizo lo mismo.

—No le digas nada, yo hablaré con el después.

—También hay novedades acerca del Alfa —agregó mirándome de reojo—, creo que Yulian quiere hablar contigo de eso.

—Después lo haré...

Antry me observo fijamente. Yo voltee la vista y clave mis ojos en el metal. Apenas el ascensor se detuvo, salí corriendo de el y me dirigí a mi habitación.

Antry me siguió y sabía que mi actitud lo debía de tener asustado.

—Puedas confiar en mi —murmuró muy bajito.

El sabía que podía oírlo. Más no quería hablar con nadie. Llegue a mi habitación y con la tarjeta la abrí de inmediato.

—Antry, ahora no por favor —alce la mirada y me encontré con sus ojos asustados—, quiero estar sola.

Entre sin dejar que respondiera. Cerré la puerta a mi espalda.

Y entonces estalle...

Me tiré al piso de rodillas y cogí mi cabeza entre mis manos.

Se me nublo la mente y el entendimiento. Toda mi vida era una mentira.

Una cruel y vil mentira.

Mi madre murió al darme a luz. Mi familia nunca me quiso y fueron ellos mismos los que me abandonaron en el orfanato.

Apuñetee el piso haciendo que se deshiciera; mas no me importo. Me corte los nudillos de la mano y ni el dolor que eso causó logro distraerme.

Afuera Antry se removía de lado a lado. Como si presintiera todo el dolor que sentía en esos momentos. Varias veces se acercó a la puerta, el tenía una tarjeta especial y podría entrar si quisiera. Sin embargo no lo hizo.

Era el peor día de mi vida.

Mi familia; aquella que lloré durante años no era más que una fachada. Todo era porque yo era el séptimo hijo. Y los guardianes...

Los guardianes eran una mentira...

Los preceptos que me enseñaron eran falsos...

Toda yo, lo era...

Durante años deje que la rabia y el dolor me consumieran sin saber la verdad. Viví para vengarme de los vampiros y licántropos cuando nunca hubo motivo para hacerlo.

Deje que ellos me arruinaran la vida. Me mordí el puño y grite tan fuerte como pude.

La traición de aquellos que alguna vez amé no tenia precio. Los ojos me escocían debido a las lágrimas que querían salir de ellos. No obstante retuve las lágrimas; mis ojos no debían llorar más por mi supuesta familia.

Sufrí bastante creyendo que estaban muertos. Que los habían masacrado frente a mi. Inicié una cacería sangrienta por ese hecho.

Yo...

Había manchado mis manos de sangre por nada.

Había dejado de ser una mujer buena para convertirme en una maquina de matar.

CAZADORES DE BESTIAS 1: La ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora