CAPÍTULO 72: Combate

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SCARLETT:

No importaba lo mucho que corriera se me hacía poco cuando el estaba en riesgo. El olor de Antry era más fuerte, y estaba tan sólo un poco más adelante.

Choque de frente contra algo muy duro. Era el escudo del Alfa.
Le di un puñetazo a la pared invisible haciendo que me ardieran las manos. Mi angustia iba en aumento era como si el me necesitará.

—¡Es imposible! —exacerbe furiosa—, ¡Necesitó romper este escudo!

El Lord empezó a desabotonarse la camisa.

—¿Qué pasa? —pregunté.

—Es Katerina... esta alimentándose.

Lance un grito de horror a la vez que volvía a golpear el muro.

Ella se estaba alimentando de él...

Me rompí los huesos de la mano. Luego desesperada intente con mi espada pero esta se rompió sin poder hacer nada. El escudo era mucho mas fuerte de lo que había sido antes.

—¡NO! ¡NO! ¡NO!

—Cálmate —pidió el Lord—, déjame intentarlo.

El Lord colocó ambas manos en el escudo. La corriente eléctrica se dispersó rápidamente rodeando la burbuja invisible.

El Lord siguió usando su poder. Escuche que algo se quebrantaba, el iba romperla. Después de unos minutos que me parecieron eternos el Lord logró despedazar el escudo.

El poder que había usado era tanto que el Lord cayó inconsciente.

El escudo se requebrajo desapareciendo. De inmediato el olor de la sangre de Antry inundó mis fosas nasales.

Quise echarme a llorar. Sin embargo retuve el escozor en mis ojos y corrí en su dirección.

Salté sobre las rocas y caí de pie a pocos metros del Alfa oscuro quien había recuperado su fuerza y naturaleza.

—Mi media mitad, seas bienvenida —añadió mirándome con una sonrisa—, he preparado todo para ti.

En el suelo había un cuerpo disecado. Pero ese no era Antry...

Yulian.

Estaba muerto, no noté en el ningún signo de vida. Cerca de él había sangre en el suelo; esa si era de Antry.

Él no estaba por ninguna parte. Reconocí sus armas en el piso. Las dagas que el llevaba consigo y sus pistolas.

—¿Dónde esta tu madre?

—Aquí estoy.

La vampiresa apareció por un costado de la cueva. El calor en aquel lugar era infernal; y desataría un verdadero infierno sino me devolvían a Antry.

—¿Qué le hicieron? —interrogue sacando dos espadas—, ¿dónde esta?

—Cálmate, él esta bien...

—Eres una maldita, asesinaste a Yulian.

La vampiresa soltó una sonora carcajada. Se acomodó el peinado mientras se masajeaba los colmillos con los dedos.

—Yulian era mi mas fiel colaborador.

—¿Qué?

—El era mi informante en el comando —soltó Katerina—, él me informaba cada uno de tus movimientos. Cada plan del comando para atrapar a mi hijo, cada operación y cada cosa que tu hacías el me la informaba a detalle. Por eso siempre estuve un paso adelante y te tendí esas trampas. Y tu caías como una estúpida.

CAZADORES DE BESTIAS 1: La ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora