CAZADORES DE BESTIAS 1: La Reina

CAPÍTULO 62: Brujas

SCARLETT:

Las opciones cada vez se me cerraban más. Y como resultado la única era asesinar a él cambia formas. Y si las brujas no entregaban por las buenas tendría que usar otros métodos.
La ciudad de nueva Transilvania, (Interesante nombre por cierto) era igual de horrible a la otra. Cada ciudad era una réplica de la anterior.

Antes de lo que esperaba ya estaba de pie cerca de la puerta de la comunidad de brujas. El equipo se había desplegado metros a la redonda. Sin alejarse mucho.

El objetivo principal eran que no los matarán a todos. La noche había caído y con su negrura hacia ver todo mas siniestro.
Seguí allí en la puerta. No tenía necesidad de llamarlas ya que las brujas se darían cuenta de mi presencia sin necesidad de nada más.

—Señorita Scarlett el aroma sigue en este lugar —me informó Duchelis—, el cambia formas sigue allí adentro.

Desde mi llegada había percibido el olor del cambia formas.

La gran puerta de acero alcanzaba los tres metros. Con un sonido estridente la puerta se abrió por la mitad.

Tres brujas de pie me observaban con fijeza. Las mujeres no pasaban de los veinte años en apariencia. Podrían engañar a cualquiera menos a mi que ya sabía que tenían más de cien años. Llevaban vestidos largos que les llegaban a el suelo y estaban decorados con lentejuelas.

—Conserven posiciones —me dirigí al equipo a través de la radio.

Antry quien se hallaba a un costado tenía el arma lista en su mano izquierda.

—¿Qué te trae por aquí?, cazadora —cuestionó una de las brujas.

Esa bruja en particular llevaba el olor del cambia formas en ella.

—No hay necesidad de que conteste a tu pregunta. Tu ya la sabes; tienes conocimiento de que es lo que vengo buscando.

—Aquí no hay nada que te incumba —espeto con una sonrisa ladina—. Vete por donde viniste.

—Dámelo, y todo estará bien —añadí tragando saliva—. Tengo autorización del Gobierno y del concejo vampírico de hacer uso de la fuerza si es necesario.

—¿Crees que puedes venir aquí a amenazarnos? —preguntó la bruja que tenía el liderazgo.

—Esto no es necesario. Dame el cambia formas y todo saldrá bien para ustedes —agregue manteniendo mi postura.

—No puedo echar a mi hijo de aquí —soltó mirándome—. Ni mucho menos entregártelo, mi deber es protegerlo ya que no pude hacer lo mismo con sus hermanos.

El gen de los cambia formas se transmitía de padres a hijos varones. Y si su madre era una bruja eso explicaba lo fuerte que eran.

—No podrás protegerlo.

—¿Y quién va a lastimarlo frente a mis ojos? ¿Tú?

De las manos de la bruja empezó a surgir un rayo azul claro. Antry levantó su arma y apuntó directo a los ojos del ser.

—El Alfa oscuro vendrá por el y lo sabes —complete sin temor—. El se lo llevará para asesinarlo durante su sacrificio. Te aseguró que el Alfa no será tan diplomático como yo.

—El asesinó a mi segundo hijo y antes de que ponga una mano sobre mi último hijo voy a asesinarlo.

La bruja movió sus dedos enviándome un invisible embrujo de obediencia.

—Tus hechizos no funcionan conmigo y no funcionarán con el Alfa. Te ofrezco un trato; respetaré la vida de tu hijo a cambio de que me lo des. Lo llevaré a un lugar seguro en donde el Alfa no podrá sacarlo.