CAPÍTULO 28: Ordenes

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ANTRY:

Lo único que le pedía a mis compañeros era que la cuidaran.  Cosa imposible ya que cada vez que me iba algo malo pasaba.

Abrí la puerta con fuerza provocando que se estrellara contra la pared.

Criss se sobresalto; mi irá era evidente.

—¿Dónde carajos esta? —pregunté.

Los tres intercambiaron miradas y no fueron capaces de responderme.

—¡Qué donde esta! —vocifere.

—No lo sabemos, salto por la ventana —dijo Jael.

—¿Porqué permitieron que lo hiciera?, ¿Qué acaso no saben que va a pasar ahora?

—Debes calmarte —sugirió Phoe acercándose—. Scarlett dijo que volvería en una hora.

—¿Y tu le crees? —cuestione irritado—. Ella se escapó y no va ha volver.

Deseaba darles una golpiza por su ineptitud. Solo debían estar pendiente de ella. Nada mas. Eso fue lo único que les pedí. Y el trío de inútiles no eran capaces de hacerlo.

Los quería como si fuesen mis hermanos, pero habían veces en las que me sacaban de mis casillas.

—¿Qué hacen aquí parados? —interrogue señalándolos—. ¡Muévanse hay que ir a buscarla!

—El Lord se dio cuenta de que Scarlett se fugó y nos prohibió salir de aquí —añadió Criss—. Por eso envió a Brian y a Zatu a custodiarnos. El lord cree que ella nos aprecia y por lo tanto volverá.

Hasta ahora entendía el porque los dos imbéciles estaban en la puerta. Lo que no comprendía era porque el Lord había los había enviado para vigilarnos. Eso de que ella nos apreciaba no lo creía.

—No me importan las órdenes del Lord. Vamos a ir a buscar a Scarlett.

—Pero son ordenes del Lord —agregó Jael.

—Acuérdense que sólo recibimos órdenes del Gobierno humano. Más en concreto del Ministro Vega.

—Tienes razón Antry pero...

—Pero nada Phoe, la principal orden fue que en ningún momento debíamos separarnos de ella. Así que vamos a cumplir esa orden a cabalidad.

Camine de nuevo hacia la puerta en la cual Brian y Zatu hacían guardia. No iba a entrar en discusiones absurdas con ellos.

Más cuando ninguno de ellos comprendía mi urgencia de encontrarla.

Al salir a el pasillo, Brian se posicionó delante de mi. Cada vez detestaba más a el híbrido mal nacido. Mi odio por el había aumentado desde que vi la forma en la que sus ojos inmundos miraban a Scarlett.

Su mirada lasciva sobre ella era algo que no soportaba.

—¿A donde vas Antry? —preguntó observándome fijamente.

—A donde me de la gana —respondí sin apartar la vista.

Jael y los demás ya se encontraban detrás mío. Ellos sabían que cuándo daba una orden, esta se cumplía y listo.

—Por favor vuelve a el cuarto Antry, nos dieron órdenes de no dejarlos salir —añadió Zatu con total tranquilidad.

—¿Tú vas a detenerme? —interrogue.

El licántropo alzó ambas manos a el lado de su cabeza.

—Sabes que contigo nunca me metería. Voy al baño, al rato vuelvo.

CAZADORES DE BESTIAS 1: La ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora