CAPÍTULO 64: Salvación

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SCARLETT:

El ritmo cardíaco de Jael no era bueno. Sus pulsaciones estaban casi estáticas. Tenía varios órganos afectados y una lesión mortal en la columna.

—Jael, hermano por favor deja que suceda —pidió Antry—, no puedes morirte así.

Jael tragó saliva. Hasta hablar le dolía. Aquello era mi culpa, ellos habían arriesgado su vida por salvarme.

—Si me... convierto en eso... nadie va a quererme...

—Voy a quererte siempre —determinó Phoe—, seas lo que seas.

Eso comprobaba las sospechas que tenía de que entre los dos había algo más que una amistad.

—Pase lo que pase siempre serás mi hermano —siguió Antry.

—Y el mío también —determinó Criss.

—No necesitas ser humano para ser bueno —agregué recordando lo que Antry me había dicho—, no importa lo que seas; importa lo que tienes en el corazón.

—Por favor —suplico Phoe—. Si te vas me moriré contigo.

Jael observó a Phoe. El no podia negar el amor que le tenía. Ninguno de los dos podía negarlo.

Venían llegando dos paramédicos para atender a Jael. Ambos eran vampiros.

—Retírense, denle privacidad —ordene con voz ruda—, y llamen a el coronel Yulian, lo necesito aquí ahora.

Ambos asintieron en mi dirección. Y se fueron a buscar a Yulian.

Solo un puro podía convertir a un humano en vampiro. Y solo me quedaba Yulian y Dulty.

Jael subió su mano y acarició con suavidad la herida de Phoe sin quitar sus ojos el uno del otro.

Por favor no era justó que muriera así.

—Yo... te adoro... Phoe.

Phoe irrumpió en llanto. Antry estaba a punto de echarse a llorar y Criss iba secarse si seguía llorando así.

—Te amo Jael, ¡Por favor hazlo por los dos! —suplicó Phoe.

—Sí...

Jael cerró los ojos. Su corazón se detuvo y yo me lleve ambas manos a la cabeza.

Rápido, rápido; necesitaba un puro con urgencia.

—¿Dónde carajos esta Yulian? —interrogue enojada.

—El coronel no esta —informó Dulty llegando a mi lado—, pero aquí estoy yo. Haré lo que usted me pida señorita Scarlett.

No conocía mucho a Dulty. Y lo que me preocupaba era que las características emocionales del vampiro influirán mucho en Jael.

Pero no podíamos perderlo.

—¡Muérdelo ya! —exclame señalando a Jael—, se acaba el tiempo.

Dulty con la velocidad de la luz cayó a los pies de Jael. Antry le tendió la mano de su hermano y sin pensarlo el vampiro mordió la muñeca de Jael.

Para que la trasformación se llevara a cabo, Dulty debía tomar la mitad de la sangre de Jael. Era un proceso doloroso; sin embargo Jael ya no sentía nada.

Su corazón se medio contrajo a medida que el gen vampírico empezaba a correr por sus venas.

Respire hondo cuando la pulsaciones se hicieron más continuas. Minutos pasaron, tiempo en el que Phoe no soltó la mano de Jael.

Los médicos vampiros que habían venido a ayudarnos estaban detrás de nosotros esperando a que terminará el proceso. Tenían que llevarse a Jael. Un vampiro recién convertido era difícil de manejar.

CAZADORES DE BESTIAS 1: La ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora