CAPÍTULO 14: Enfrentamiento

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Me levante de un salto de la camilla; mi movimiento provocó que Jael se sobresaltara y Phoe regara parte de la bebida que estaba tomando.

-¿Cómo te sientes? -interrogó Criss.

-Estoy bien -respondí con voz pastosa.

-¿Quieres algo? -preguntó Jael.

-Si, algo de beber.

Sin pensarlo Phoe me tendió parte de la bebida que aun le quedaba. Me la bebí de un sólo sorbo; era chocolate.

Lo que mas me gustaba en el mundo era el chocolate. Bueno... eso y el vino. Entre más añejo mejor.

Antes tomaba mucho vino, gracias a mi condición nunca llegue a emborracharme con el. Solía beber bodegas completas.
Lo que diera sólo por un trago.

-Todo salió mal -comentó Antry con su humor característico.

-Si lo se, escuche todo.

-¿Porqué razón no quieren que veamos a el Alfa?

La pregunta de Criss yo ya me la había hecho.

-Es claro, algo esconden. Algo muy grave esta pasando detrás de todo esto.

-El problema es descubrir que es -añadió Phoe-, y lo peor del caso es que cada vez nos queda menos tiempo.

Me levanté de la camilla. Los aplausos del imbécil de Brian resonaron en el aire.

-¡Bravo! ¡Felicitaciones! sigues viva.

No estaba de humor para soportarlo. Mucho menos para aguantar sus insinuaciones. Brian se acercó a nosotros mientras seguía aplaudiendo.

-Si que eres difícil de matar, sin embargo me dio mucho gusto ver como te revolcabas en el suelo como una alimaña.

-¿Quieres callarte? -exacerbo Antry mirándolo mal.

-Mi buen amigo Antry; ese mal humor no es bueno para ti -canturreo-. Debe ser por eso que tienes problemas ¿Ya sabes que dicen de ti?

Escuche un murmullo de parte de los presentes.

-¿Qué es lo que dicen de Antry? -pregunto un licántropo a otro en voz baja.

-Dicen que es impotente -murmuró otro.

Las pulsaciones de Antry subieron hasta las nubes. Hizo ademán de irse a hacerle frente a Brian pero Phoe se posicionó frente a el.

-Cálmate, deja que diga lo que quiera.

Antry respiro hondo y consiguió tranquilizarse. No creía que eso que murmuraban fuese verdad.

-Deberías tener cuidado con lo que dices -añadí-. En el pasado siempre fuiste así; un lengua larga que no servía para nada. No eres un humano ni tampoco un vampiro. Los vampiros te detestan y los humanos te aborrecen. No eres nada; un ser inútil sin raza.

El había empezado, y yo tan sólo le había dicho la verdad. Brian me señaló con su dedo.

-Cuando todo esto termine yo mismo voy a asesinarte con mis propias manos.

Hice un puchero. Eso que acabar de decir me daba en verdad lastima.

-Así me asesines mil veces tu alma gemela no va a volver.

Los ojos de Brian se oscurecieron a causa del dolor. La vampiresa que estaba destinada a el murió bajo mi mano.

Yo estaba en medio de una guerra y ella era mi enemiga así que...

No había sido nada personal. Tan sólo cumplía con mi deber, tal como ahora.

Brian se impulsó para abalanzarse sobre mi. Al momento de hacerlo el coronel Yulian volvía de uno de los sitios en el cual se alimentaban los vampiros.

Al ver tal escena tuvo que intervenir. Se interpuso entre Brian y yo; recibió la fuerza del impacto, aun así quien terminó cayendo fue Brian.

El coronel Yulian era un puro. Un ser mucho más fuerte que un híbrido de vampiro y humano.

La espalda de Brian choco contra el suelo y provocó que el piso del avión se desintegrara.

Yo seguí sentada con los brazos cruzados mientras mis guardias le apuntaban a Brian con esas armas extrañas que poseían.

-¿Qué crees que estas haciendo? -interrogó el coronel.

-Ella...

No pudo hablar. El hecho que había nombrado le dolía a pesar del tiempo. Tal como me dolía a mi la muerte de Alain. Tantos años y yo seguía sin olvidarlo.

Los mismo le sucedía a Brian. Al parecer el amor era lo único que tenía en común con el y con otros seres.

-Agente Ezer y Agente Noga pongan a el agente Brian en custodia hasta que se calme -ordenó el coronel.

Se volteó para verme a la cara.

-Lamentó mucho esto Scarlett, procuraré que el agente Brian no vuelva a molestarla.

Ahora se dirigió los humanos.

-Pueden guardar sus armas. Estamos por llegar.

El coronel Yulian se alejó hacia el lugar en el cual los guardias se habían llevado a Brian. Criss soltó un suspiro de alivio mientras guardaba su arma.

-Por un momento creí que debíamos usarla -comentó con calma.

-El muy maldito estaba dispuesto a atacarme -agregue sin todavía terminar de creérmelo.

-¡No debiste provocarlo! -bufo Antry volteándose hacia mi.

Su ceño fruncido y sus ojos no dejaban lugar a duda. Estaba muy enojado. Había descubierto que cuando el se enojaba a mi me gustaba hacerlo rabiar mucho más.

Eso hacia que se viera mucho más atractivo de lo que ya era.

-Yo no dije nada, mas bien porque no dejamos ese tema atrás y hablamos de otra cosa. Como por ejemplo de tu problema.

Algunos agentes seguían murmurando acerca del problema de "Impotencia" de Antry.

-¡Eso es algo que a ti no te incumbe! -exclamó acercándose a mi.

Se agachó un poco para verme mejor. Observé su pecho atraves de la abertura de su camisa. Antry estaba muy en forma y tenía un cuerpo magnífico.

Estaba segura de que esos rumores eran falsos. Siendo un hombre tan varonil y estando en ese estado era imposible que padeciera una condición de ese tipo.

Alce la vista y me encontré con sus ojos oscuros. Le sonreí porque era lo que hacia cuando un ser del sexo opuesto se enojaba conmigo.
Mi sonrisa siempre logró ese efecto. Y muchos murieron a causa de eso.

-Deja de pensar que todos somos tus enemigos -agregó-. Nosotros estamos aquí sólo para ayudarte; ¡Nada más!

Antry se alejó y volvió a el sitio que había ocupado antes. Mi sonrisa no había funcionado con el. Después de tanto tiempo estaba perdiendo mis dotes de coquetería.

-No le hagas caso -comentó Jael tendiéndome una botella que contenía agua-. El es así.

-Su mal humor ha aumentado desde el rumor que hicieron público -contó Phoe-, desde entonces esta más insoportable que antes.

-Creí que en esta época esos problemas ya no existían -dije.

-Es una mentira; lo que pasa es que Antry es cerrado y no le hace caso a cualquier mujer. Rechazo a un par de chicas que querían salir con el. Y ellas en venganza inventaron esa calumnia.

La aclaración de Criss me confirmó lo que ya suponía. Antry no era impotente, sin embargo era algo que yo misma podía comprobar.

El avión terminó de aterrizar y cuando la puerta se abrió lo primero que percibí fue el olor de Lord Marshall.

El era el causante de la descarga que el Giter me había dado. Sabía que algo me ocultaba. Algo que yo debía conocer.


CAZADORES DE BESTIAS 1: La ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora