CAPÍTULO 52: Nuevo guardián

40 4 0
                                    

ANTRY:

Camine de lado a lado. La vida cada vez me jodía más.

Criss llevaba más de media hora con el doctor Mera y al parecer no había progreso de su estado.

Había caído en una especie de coma. Cuando lo trajimos parecía como muerto. A duras penas y respiraba.

El era mi hermano de alma y no quería que le pasará nada.

Jael tomaba una cantidad exagerada de agua. Phoe en un rincón con los brazos cruzados parecía plantado en el sitio.

La vampiresa estaba igual o más angustiada que yo. No sabía porque Wenter tenía tanta empatía hacia Criss.

La única que parecía estar en total calma era ella. Scarlett permanecía sentada en una pequeña silla haciendo un tipo de oración en esa lengua que sólo los guardianes conocían.

Sus ojos se mantenían cerrados a la vez que su cabeza descansaba entres sus manos.

—¡Ha acabado! —exclamó levantándose.

Me sobresalte ya que estaba tan nervioso que cualquier cosa iba a provocarme un infarto. Segundos después el doctor Mera atravesó el umbral de la puerta.

El hombre se acomodo los anteojos al puente de la nariz antes de hablar.

—Lo hemos logrado restablecer. Ha despertado pero lo tendremos en observación veinticuatro horas.

El corazón me volvió a funcionar como era debido. Suspire hondo, estaba tan aliviado. El doctor entró de nuevo a la habitación de Criss.

—Vuelvan a sus habitaciones y descansen —ordenó Scarlett—. Criss mañana estará bien, la transición ha pasado el segundo ciclo y el más difícil, así que ya no hay nada que temer.

—No entendemos nada Scarlett, por favor explícanos que es lo que pasa —pidió Wenter.

—Yo también quiero saber —exigí cruzándome de brazos.

Scarlett movió los ojos evidentemente fastidiada. No importaba la expresión que tuviera; a mi siempre me parecía perfecta.

—Las órdenes del bien fueron fundadas para equilibrar lo bueno y lo malo. Los primeros guardianes fueron siete. Un arcángel,  una gárgola, un pescador, un leñador, un emperador, un hijo y su madre.

—¿Qué tiene todo esto que ver con Criss? —interrogó Phoe.

—¡Deja que hablé! —exclame de vuelta mirándolo mal.

—El arcángel llamó a su orden para pelear contra los Nefilim. Las gárgolas se encargaron de los demonios. Al leñador le correspondieron los vampiros; el pescador los licántropos, el emperador los cambia formas, el hijo los zombis y la madre las brujas. Al principio pelearon solos, pero cuando las razas se reprodujeron vieron que eran insuficientes. Por eso empezaron a buscar gente del común con habilidades especiales, los Ángeles y las gárgolas eran los únicos que eran suficientes. Entonces cada primer guardián empezó a pasar su poder a otros. Y con el paso del tiempo las órdenes tenían más miembros que enemigos.

—Pensé que la orden de la luz era una sola y que se encargaba de licántropos y vampiros —intervino Jael.

—Sí, ahora somos una sola pero al principio eran dos: la orden de la pureza y la orden de la vida. La primera cazaba vampiros y la segunda licántropos. Al ver que ambas razas se unieron y atacaban en comunidad las órdenes se mezclaron también, creando una sola bajo el nombre de orden de la luz.

—Muy buena la clase de historia —añadió Wenter con molestia—, pero que tiene que ver esto con Criss.

—Para que alguien sea un guardián tiene que sentir el llamado y su maestro también —agrego Scarlett mirando mal a Wenter, a ella no le gustaba que la interrumpieran—. No cualquiera puede ser un miembro de la orden. El báculo de Thempis es el lazo que lo une a Criss. Fue el medio que uso para pasarle su don y Criss no puede bajo ningún motivo renunciar a ese vínculo. Es un vínculo de más de dos mil años.

CAZADORES DE BESTIAS 1: La ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora