CAPÍTULO 29: Cambia Formas

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SCARLETT:

Derek y Donovan eran tremendamente encantadores.

Derek me dio a comer algunas galletas que estaban deliciosas, y Donovan empezó a contarme acerca de mis supuestas hazañas.

Los dos niños eran vecinos y sus madres los dejaban juntos para que se cuidaran mutuamente. Lo que ellas no sabían era que los pequeños estaban destinados a estar juntos.

El lío era el Gobierno ahora implantado que iba a separarlos.
Luego de quince minutos decidí que era hora de volver. No quería que el Lord se atreviera a hacerle daño a mis guardias por mi culpa.

—Debo irme niños.

Me coloqué de pie y deje sobre la mesa la historieta que tenía en mis manos.

—Quizá después pueda venir a visitarlos.

—Quédate un poquito más —pidió Derek.

—No puedo, alguien debe estar muy preocupado porque me fui y no le dije a donde.

Antry.

Sonreí al sólo recordar su nombre. Aunque estaba furiosa porque se había ido con su novia me era imposible no pensar en el.

Su sangre.

Sus ojos.

Su boca.

Su voz.

Ese hombre me estaba volviendo loca.

—Bueno, entonces será para otra ocasión —dijo Donovan—. Vamos a seguir jugando Derek.

Salimos de nuevo a el patio. Donovan tiro el balón y este fue a dar a los pies de una mujer que venía llegando. La mujer se quedó muy quieta apenas mirándonos.

—Señora Laos ¿Qué hace aquí? —interrogó Derek.

—¿Quien es? —interrogue alzando mi nariz.

Era una vampiresa pero su olor tenía algo más. Ella llevaba un uniforme negro que costaba de una falda apretada y una camisa suelta.

—Ella es la encargada de cobrar los impuestos a la manada —dijo Donovan confundido—. Pero hoy no es día de pago.

Sus ojos fijos en mi no se movían. Algo raro. Avanzó hacia nosotros al mismo tiempo en que Donovan salía a su encuentro.

Mis sentidos se activaron al instante en que mis ojos vieron como se abalanzaba sobre el niño.

No, ella no era una vampiresa. Era algo más.

Tomé a Donovan del brazo quitándolo del curso del cambia formas. Puse a le niño detrás de mi, Derek se había pegado a mi espalda asustado.

Ambos estaban temblando de miedo.

Y ahora ¿Qué?

Mi situación no podía ser peor.

—Scarlett —dijo el cambia formas.

Empezó a caminar en círculos alrededor de nosotros. Derek comenzó a llorar. Sus lágrimas no me servían de nada. Al contrario hacían que me desconcentrara.

El cambia formas paso de ser una vampiresa a un demonio en cuestión de segundos.

Hacia tanto tiempo que no me enfrentaba a un cambia formas que se me había olvidado lo que tenía que hacer.

—Siempre creí que sería más difícil darte fin. Pero tú me has hecho el trabajo más fácil.

Observé a Donovan que estaba más tranquilo que Derek.

CAZADORES DE BESTIAS 1: La ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora