𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃 || 𝐷𝐸𝑅𝐸𝐾 𝐻𝐴𝐿𝐸

𝑋𝐼

HELENA

Jackson le pidió a Stiles que llamara a la policía, pero mi amigo se negó y yo entendía por completo sus razones. Luego Lydia lo hizo, pero la ignoraron ya que alguien había mandado un aviso diciendo que probablemente alguien haría llamadas falsas diciendo que algo malo pasaba en la escuela.

Obviamente fue el Alfa. El maldito parece ser inteligente, apesar de haber tomado la decisión de quererme a mí y a mi hermano en su manada.

Allison volvió a entrar en pánico, comenzando a preguntar porqué Derek quería matarnos y porqué estaba asesinando gente. Yo estaba sentada comiendo algunos dulces de café desde el fondo del salón, no quería seguir escuchándolos. Era mi turno de aplicar la de Stiles, ignorar el problema hasta que desaparezca. Todos miraban a Scott esperando una respuesta, y por un momento me sentí mal por dejarle toda la carga de la situación, pero al menos ya sabe lo que es el que te miren sólo para resolver los problemas de otros.

—¿Por qué todos me ven a mí? —cuestionó Scott.

—¿Él fue el que le envió el mensaje? —preguntó Lydia.

—¡No! Digo, no lo sé.

—¿Él fue el que llamó a la policía? —preguntó Allison.

—¡No lo sé! —respondió Scott, harto de las preguntas. Allison le dio la espalda.

—¿Por qué no intentamos calmarnos? —sugirió Stiles. Se acercó a Scott y lo tomó del brazo para caminar en mi dirección.

—Escuchen tontos, nuevo plan —habló Jackson—. Que Stiles le hable a su inútil padre y que envíe a alguien con un arma. ¿Quedó claro?

Que alguien le cierre la boca a ese imbécil.

—Tiene razón —respondió Scott—. Dile la verdad si es necesario, sólo llámalo.

—No voy a ver como se comen a mi padre —susurró Stiles.

—Bien, dame tu teléfono —Jackson se acercó a él para intentar quitarle el celular y Stiles le metió un puñetazo en la quijada.

Por eso te quiero, Spider-Boy.

—Jackson, ¿estás bien? —Allison se acercó preocupada, e intenté no reír por la cara que puso Lydia.

Finalmente Stiles llamó al sheriff, pero lo mandó a buzón de voz, dejó un mensaje y colgó cuando la puerta comenzó a forcejear, el Alfa quería entrar.

—La cocina, la puerta de la cocina, ahí hay una escalera —sugirió Stiles.

—Solamente sube —se quejó Scott.

—Arriba es mejor que aquí —respondí.

Subimos por las escaleras hasta llegar al segundo piso, buscamos salones pero todos tenían llave. Finalmente encontrarmos uno abierto y entramos al aula de química.