𝑋𝐼𝑉

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DEREK

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DEREK

Salí de la vieja estación para ir a la veterinaria en busca de Scott, el lugar ya estaba cerrado cuando llegué, así que tomé el camino del bosque para llegar a su casa. Como supuse Scott acababa de llegar con Stiles, así que los intercepté en la entrada, asustándolos.

—¡¿Qué haces aquí?! —exclamó en un voz baja—. Deberías estar oculto

—Quiero que me ayuden, necesito ir a la escuela para investigar algo.

—¿Por qué deberíamos ayudarte? —cuestionó Stilinski y lo miré seriamente. —Bien, me convenciste.

—¿Dónde está Helena?

—Debe estar en su habitación —entramos a la casa—. No quiso hablar conmigo en todo el día.

—Llámala, que venga con nosotros.

—No va a querer, es muy necia —dijo Stiles—. Sigue molesta con Scott y con toda la razón.

El semblante de Scott se volvió triste, decaído... y casi me siento mal por él. Casi.

—Pues tendrán que solucionarlo, necesitan estar juntos para pelear con el Alfa la próxima vez que aparezca.

—Yo iré a buscarla —Stiles estaba por subir las escaleras pero Scott lo detuvo.

—No, tú quédate, que vaya Derek —pidió con rapidez—. Si Helena baja querrá pegarme cuando me vea.

—¿Y qué piensas hacer? ¿Usarme como escudo humano? —Scott asintió. —No puede ser.

—Ahora Helena te quiere más a ti que a mí, así que no te hará nada —volteó a verme—. Ve tú, su habitación está...

—Sé dónde es —interrumpí. Ambos me miraron, confundidos.

Entiendo que Scott le tenga ese miedo infantil a Helena, no es fácil de tratar cuando está molesta. Hace muchos años se enojó conmigo cuando le gané en baloncesto y me lanzó el balón al rostro, luego fingió que no me conocía y cuando la iba a buscar me decía que no sabía quién era. Esa vez tuve que dejar mi orgullo de lado para que me perdonara. Peter se burló de mí por eso.

Una parte de mí estaba ansiosa por volver a verla, así que por estupidez ni siquiera me molesté en tocar y abrí la puerta de la habitación, al instante me arrepentí de hacerlo. No sabía ni que expresión debía poner, me quedé en el marco de la puerta, paralizado.

Helena estaba encima del estúpido de Ian, besándolo.

Tosí falsamente cuando reaccioné, logrando llamar su atención.

—¿Interrumpo algo?

Helena se apartó al instante, empujando a Ian por puro reflejo y tirándolo de la cama en el proceso.

—Derek... —Se veía sorprendida por mi presencia, pero de un instante a otro pasó de estar nerviosa a indignada. —Ian ya me lo confesó todo.

Él se levantó del suelo, mirándome con su estúpida sonrisa.

𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃 || 𝐷𝐸𝑅𝐸𝐾 𝐻𝐴𝐿𝐸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora