𝑋𝐼𝑉

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HELENA

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HELENA

Estábamos en la biblioteca intentando ocultarnos de las cámaras, que el anciano mandó a poner por toda la escuela, mientras esperábamos a que Allison llegara.

Habíamos acordado no decirle nada sobre lo que descubrimos.

Tomé el valor de seguir leyendo el diario de mi madre todo el fin de semana hasta que lo terminé, al parecer estaba muy enamorada del tal Lucifer que la llevó con los Hale en 1988.

¿Quién odiaría tanto a su hijo como para ponerle el nombre del diablo?

Habían menciones de Peter, contando sobre como la molestaba intentando coquetear con ella, y de Joseph, el otro brujo de la manada. Pero fuera de ellos, no hubo mención de otros hombres, ya que el diario sólo llegaba hasta el septiembre de 1989. Y el cargo por indecencia pública fue en julio de 1991.

Quiero que hablar con el señor Argent para saber que sucedió realmente con mi madre, aún si eso me deja otro trauma. Y si él no quiere que Allison lo sepa, yo respetaré su decisión.

—Ahí viene, recuerden no mencionar nada o voy a hechizarlos para que ninguno vuelva a tener una erección el resto de su vida —le advertí a los chicos.

—Es todo lo que Lydia tradujo, y créanme, se siente confundida —dijo Allison pasando la tableta por el librero.

Me sentía algo ofendida por el hecho de que no pidieron mi ayuda para traducir el bestiario, aunque me sorprendió bastante que la reina roja supiera latín arcaico. Era una perfecta traducción de la página que hablaba sobre el kanima.

—¿Si? ¿Qué le dijiste?

—Qué somos parte de una comunidad virtual que pelea con criaturas míticas.

—Yo si soy parte de una comunidad que pelea con criaturas míticas —comentó Stiles.

—Oh, claro.

—¿Dice cómo encontrar al que lo controla?

—No, no lo dice. Pero Stiles tenía razón, es cierto lo de los asesinos.

—¡Si! —celebró en un susurro.

—Llama al kanima un arma de venganza. Hay una historia sobre un sacerdote suramericano que lo usó para ejecutar a los asesinos de su aldea.

—Siendo así puede que no sea tan malo —dije ganándome una mala mirada de Scott.

¿Qué? Si son asesinos merecen ser castigados.

—Hasta que el lazo fue tan fuerte que podía matar a quien quisiera —terminó de contar.

—No, es malo, muy muy pero muy malo —me corrigió Stiles.

—Pero escuchen esto, se supone que el kanima es un hombre lobo, pero no puede...

"Hasta que resuelva eso que en su pasado lo hizo manifestarse así" —leyó Scott en la tableta.

𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃 || 𝐷𝐸𝑅𝐸𝐾 𝐻𝐴𝐿𝐸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora