𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃 || 𝐷𝐸𝑅𝐸𝐾 𝐻𝐴𝐿𝐸

𝐼𝑉

HELENA

—¿Un lagarto? ¿Cómo el del cómic "The Amazing Spider-Man #6"?

—No... bueno, aunque por la descripción que me dio Scott si podría ser —se quedó pensativo.

Stiles me contó que Scott había visto una criatura en la casa Lahey. Y aunque no pudo verlo bien debido a la oscuridad, distinguió una larga cola. Al parecer podía subir por las paredes sin problemas, igual que una lagartija.

¿Acaso los problemas no dejarán de llegar? Ahora hay otra criatura sobrenatural con la que probablemente vamos terminar lidiando.

Esto me pasa por andar manifestando una aventura mágica y sobrenatural desde los 11 años.

Ahora que lo pienso, ¿Qué hacía esa cosa en la casa Lahey? ¿Y si fue lo que mató al padre de Isaac?

Debería decirle a Derek. Aunque no sé si sea buena idea. Conociéndolo querrá matar a esa cosa y yo no quiero matar a nadie o ser cómplice.

Salí de mis pensamientos al ver que Scott perdía el equilibrio cayendo del muro de escalar hasta llegar al colchón. Eso fue muy Gwen Stacy de su parte.

Todos comenzaron a burlarse de mi hermano, pero esta vez no me sentí molesta por ello. Ese era su karma.

O tal vez esa es la excusa que busco para no sentirme mal por no decirle la verdad.

—McCall, no sé porqué, pero tu sufrimiento me causa un placer especial —se burló el entrenador—. ¡Otros dos! ¡Niña McCall, Martin! ¡Al muro!

Lydia y yo nos acercamos al muro para ponernos el arnés de seguridad.

No tardamos en escuchar murmullos a nuestras espaldas. Todos sabían que Jackson y yo dejamos de ser amigos por las cosas que le dijo Lydia, así que no era sorpresa que empezaran a decir cosas al respecto, hay mucha gente metiche aquí.

Supongo que esperan a que pase algo interesante.

Comenzamos a escalar el muro, Lydia iba a una velocidad media, así que bajé mi ritmo para que me alcanzara. No sabía como seguía de su herida, así que era preferible mantenerme cerca en caso de que comenzara a dolerle.

Cerca de la cima Lydia dio un mal paso resbalando, hubiera caído al igual de Scott de no ser porque alcancé a tomarla del brazo.

No sé que me sorprendió más, la velocidad con la que logré agarrarla o el hecho de que se sentía tan ligera que ni siquiera tenía que hacer mucha fuerza.

Quitando el hecho de que siempre hay alguien que quiere matarte, ser una criatura sobrenatural no está nada mal.

Ella volvió a sujetarse del muro y comenzamos a bajar lentamente.

—¿Por qué me ayudaste? Pudiste dejarme caer —cuestionó concentrada en no dar otro mal paso.

—Es lo que cualquier persona decente haría —respondí encogiéndome de hombros.