Así lo hice, el siguiente sábado me levanté muy temprano, me arreglé lo mejor posible y pasé antes a comprar un ramo de flores blancas, fuí a despedirme de mis ex suegros, ellos estaban ansiosos de hablar conmigo, más bien, ella.
-¿Acaso no te alcanza con la pensión de Santiago? ¿Es necesario que andes por ahí como si te hubiéramos dejado en la calle?-
Tenía el mismo tono furioso e impaciente de toda la vida, yo serenamente comencé a explicar,
-No, de ninguna manera estoy en la calle, de hecho yo le pedí la casa a Santiago y por eso mismo...
Me frenó enseguida y de pronto, sentí lo desagradable que debía ser para Santiago, ser interrumpido eternamente por mí, así como toda la vida debió ser interrumpido por su madre.
-Mh, me lo imaginaba; que habías presionado a Santi para dejarte la casa, - tenía un gesto de desprecio y suficiencia y me miraba de reojo, como siempre.
-Así es señora, como usted sabe, esa casa fué de mis abuelos y representó un verdadero esfuerzo comprarla para después rehabilitarla, entonces, yo quería...- De nuevo interrumpida.
En este punto y ya sin ser mi suegra, me parecía un personaje gracioso.
-¡No hiciste sola ese esfuerzo y de hecho mi hijo seguramente se esforzó más! ha trabajado sin descanso toda su vida para darte todo-, pensé que se iba a infartar de repente con tanta indignación.
El padre de Santiago le tomó el brazo y ella recuperó la calma.
-Pero te concedo la razón sobre que Lizzy no se iba a quedar en el desamparo, sin embargo, por mucho que fuera de tus abuelos y que la compraran a un precio razonable ¿No te parece que cuando Lizzy se case, debería ella quedarse con la casa? Por lo menos, así no terminará aprovechando alguien más, el esfuerzo de mi hijo-. Su inflexión estaba muy fuera de lugar.
Se pasó de la raya y ya no estaba yo en ánimo de permitirle nada, igual me contuve pensando que es mejor reír de último. Con una cara maliciosa le respondí de inmediato.
-Sé muy bien a lo que se refiere, aunque la realidad es que con la experiencia que me dejó su hijo, me ha bastado para no desear probar de nuevo, entonces no se preocupe tanto, no pienso tener un amante o novio o nuevo esposo...al menos no pronto-.
El comentario le cayó tan mal que no pudo ocultarlo, iba a retobar, cuando seguí hablando; -de todas maneras, que Lizzy y yo tengamos esa propiedad será mejor para todos, ¿No cree que eso es más conveniente? A menos que le parezca mejor que Santi, traiga a su nueva dama y sus pequeñas bendiciones, a vivir tan cerca de usted-.
No lo vió venir, puso los ojos como plato y por primera vez me sentí tan feliz de que Santiago tuviera otra mujer, que casi me olvido que por eso me separé.
En un momento dado creí que le iba a explotar la vena de la sien, -¿Qué? ¿Cómo que nueva dama? ¿de qué hablas? ¡definitivamente los celos tóxicos que tienes te hacen desvariar!- casi gritaba pero se contenía.
-Ah ya veo que Santiago no les ha informado, ¿se puede saber entonces qué es lo que les dijo para que crean que soy una loca tóxica? ¿Y dónde creen que está viviendo ahora, en un hotel?- esta vez si me iba a escuchar Santiaguito, ahora resultaba que yo era la culpable de todo, no lo iba a dejar pasar.
-No, Santi no dijo eso-, recobró la compostura por ese comentario, - él vino a decirnos que se separaban definitivamente, que era cosa de los dos y que no se nos ocurriera molestarte con reclamos, que todo lo que tuviéramos que opinar, se lo dijéramos a él y que nos olvidaramos de hacer cualquier comentario en tu contra a alguien más, o nos retiraría la palabra de por vida, por eso pensé que...- Se quedó con la mirada extraviada; ya empezaba a entender y darse cuenta de todo. La dejé un momento con sus pensamientos y fuí al tocador.
Eso era nuevo, Santiago poniendo límites sobre lo que su mami opinaba de mí, casi sentí culpa por haberlo echado de cabeza; "casi". Cuando regresé a la sala estaban mucho más serenos. Ella todavía quiso indagar más -¿Estás segura de lo que dices? Tal vez haya una explicación-.
No iba yo a contar los detalles, pensé que era cosa de Santiago manejarlo, pero seguramente sus padres no aprobarían lo que hizo, entre todos los defectos de ellos, no se encontraba el de solapar la infidelidad.
-Bueno veo que es mejor dejar que Santiago les explique claramente; en tanto, quiero que sepan que estoy aquí para despedirme adecuadamente, de mi parte tienen el mismo respeto de toda la vida, saben que a pesar de no ser aceptada por ustedes nunca les causé un daño, fué más bien Santiago el que me lastimó a mí de varias maneras y me hubiera gustado que me apoyaran un poco pero en cambio, sobre todo usted señora, me trató como alguien inferior, ahora que sepa quién será mi sustituta se dará cuenta que por lo menos yo soy una señora tan respetable como usted y espero que nunca pongan eso en duda-.
-Nosotros jamás hablamos mal de ti con nadie, nuestra familia es respetable como dices y eso siempre te incluyó-
Sus rostros eran de sorpresa y el tono de voz que usó ella reflejaba un poco de pena, posiblemente no esperaba que yo algún día le dijera a la cara que me respetara.
-Entiendo que ya no formo parte de su familia pero mis hijos siguen siendo sus nietos y nunca evitaría ni provocaría que ellos, pierdan el derecho que tienen a disfrutar de sus abuelos. Por otro lado quiero aclarar que Lizzy recibirá una pensión adecuada de Santiago mientras siga estudiando, él mismo decidió que se hará cargo de sus demás gastos, así que no tienen que preocuparse por eso. En cuanto a la casa, es lo único que exigí sin opción a negativa en el divorcio, al mismo tiempo me negué terminantemente, a recibir una pensión de Santiago, precisamente por haberme quedado con la casa y porque eso fué lo que me pareció más justo para él; que disfrute del producto de su trabajo. Yo trabajaré por mi cuenta para mantenerme, obviamente sea cual sea mi ingreso, mantendré el decoro y dignidad que he tenido toda mi vida, por mi y por mis hijos, así sea limpiando pisos, seré lo que siempre he sido: una Señora de confianza y de respeto, no me pienso avergonzar por buscar un sustento honrado-.
Mi suegro bajó la cabeza y ella asintió, creo que en ese momento se dieron cuenta de lo que pasaba, su hijo intachable, faltó a sus votos y había sido infiel, destruyó a su familia y en esa situación yo era la víctima.
Parece que nunca se dieron la oportunidad de concederme un poco de credibilidad y estaban cayendo en la cuenta de que habían sido injustos. Nunca se encontraría a otra tan tonta ni tan honesta, seguro lo sabían bien, me dolió el alma verlos avergonzados, esos dos viejos gruñones que me miraban por encima del hombro; habían sido mi familia y yo les tomé cariño con todo y sus ofensas . Ya no eran nada para mí y a pesar de todo, de puertas para afuera me consideraban como su hija y eso se había terminado.
Nunca como en ese momento, me dí cuenta de que, la venganza, si es un plato que se come frío, no vale la pena tragarlo, refresca más la justicia.
-No se preocupen por mí, no les ocasionaré incomodidades, asistiré a misa en la otra comunidad, me queda mas cerca y no me agrada seguir coincidiendo con las vecinas de aquí, los demás no tienen por qué enterarse pero, dado el caso, no hablaré nunca mal de Santiago. ¿Un último abrazo?-
Ambos se acercaron y ella se disculpó sin mirarme a la cara, -Dios te bendiga niña-.
Mis ojos se arrasaron de lágrimas, no sabría explicar, cuando uno cierra una etapa hay un pequeño duelo interior, creo que en realidad este era el verdadero final de mi vida de casada, me sentía más liviana y tranquila, pero una emoción rara me pellizcó cuando me despedí de mi ex suegra.
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Hoy amanecí cansada
RomanceRebeca es una mujer que tras su divorcio no sabe el rumbo que tomará su vida, se enfrenta a los obstaculos de su día a día sintiendose abrumada y los eventos cotidianos la remontan a sus recuerdos de juventud.