Déjame pensarlo

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-¡No digas! En serio que debiste salvar a la nación en tu vida pasada, mira que Santiago a pesar de todo es un tipazo pero, que Daniel se te haya declarado dos veces en esta vida, bueno.-

Gabriela siempre parecía estar más emocionada que yo por mi vida.

-Pero entonces dime, se quedó ¿verdad? ya no te hagas la interesante ¿durmieron juntos?- Gabriela me jaloneaba de un lado a otro y yo era como un muñeco de trapo sonriente.

-Sí, ¿contenta? se quedó conmigo hasta el día siguiente- El grito que lanzó Gaby hizo voltear a todos en la bodega, en verdad parecía que le iba a dar algo de la emoción.

-Bueno pero ya, contrólate mujer, no es como que quiero que todo el mundo se entere de como va mi vida sentimental, además a la Beba no se lo he contado y está allá abajo-

-Pues deja la llamo para que nos salgamos a celebrar tu próxima boda-

Gabriela se encaminó hacía la puerta de la oficina y la detuve justo antes de que llamara a gritos a Genoveva.

-Espera, ya te dije que te calmes...yo no dije nunca que voy a casarme-

Gaby se paró en seco y volteó con los ojos desorbitados, -¿qué quieres decir con eso, me vas a salir con que lo rechazaste? Ay no, ahora si te mato, déjame ver si está por aquí la pistola o un machete, con una navaja se puede-, caminaba de un lado a otro y yo sabía que eso hacía cuando estaba tratando de guardar la calma.

-Mira, las cosas no son tan sencillas, en primer lugar y para que te serenes, debes saber que no lo rechacé, fué un momento maravilloso para mí y claro, hemos construido una relación bastante bonita, pero nos vemos muy pocas veces, casi siempre durante sus viajes de trabajo; no conocemos a la familia del otro, lo cual en su caso es algo importante; su hijo acaba de cumplir once años y sé por experiencia que estamos frente a un preadolescente, eso es de pensarse. Tal vez sobre pienso pero, hay otras cosas, en fin son bastantes temas a considerar antes de dar un paso tan importante, no se trata de salir con él unas vacaciones, significa compartir el resto de mis días con alguien y todo lo que eso implica. Claro que por otro lado, ayer descubrí que somos muy compatibles como pareja y que me siento muy a gusto con él ¿sabes a lo que me refiero?-

Una sonrisa maliciosa vino al rostro de Gaby.

-Cuenta, ¿es perfecto hasta en eso o tiene algun defecto o manía?-

-¡Ay niña! no seas entrometida- 

Comencé a revisar las facturas esperando que se marchara pero eso no iba a pasar.

-No te hagas tonta, sé perfectamente que Santiago tiene un record, la Beba y yo todavía estamos impresionadas, ¡Qué hombre por Dios! Sinceramente uno no le cree nada a los hombres pero entre mujeres sabemos si es verdad de lo que presumen, confiesa ¿Daniel supera a Santi?- 

La mirada expectante de Gaby daba mucha risa.

-Ay, en primera no me pongo a comparar a la gente, no sé cómo se me ocurrió contarles lo de Santiago, aunque bueno si es muy asombrosa su habilidad lo confieso pero deja de pensar en eso, me da grinch. En segundo lugar...Daniel y yo estábamos en un momento tierno no lo arruines preguntando guarradas-

Gabriela se dió por vencida, sabía que yo no iba a contar nada más sobre eso.

-Eres una aburrida, y es cringe no grinch-

-Yo soy muy navideña, para mí es grinch porque además me enfada-

-¡Ay bueno! pero entonces, ¿dijiste que sí o que no?-

-Dije que quiero darme la oportunidad de tener pareja de nuevo, como te he dicho, no ando en busca de una aunque, ya que tengo la opción quiero intentarlo, pero para eso necesito confiar en él de una manera diferente, quiero, ya sabes, que cuando suene "Come undone" primero pensar en él-

-Eres tan complicada amiga, que me desesperas, pero en vista de tu éxito creo que tus métodos funcionan. ¿Te acuerdas que la primera vez que nos hablamos te daba yo una lección de como atrapar hombres?, pues parece que tu sabes mejor cómo se hace, yo puedo conseguir un hombre para cualquier noche de mi vida pero tú encuentras a los mejores de por vida-

Tenía razón, Santiago y yo arruinamos nuestra relación por varias razones, pero si hubiéramos contado con la madurez y experticia que teníamos ahora posiblemente seríamos la pareja perfecta, con Daniel era otra historia, nos separamos porque éramos muy pequeños y nada que ver con una vida y amor verdadero pero estábamos a punto para comenzar con la mejor historia del mundo, sin embargo algo me detenía, no sabía muy bien qué.

Mi primer pensamiento fué que tal vez estábamos corriendo tras un espejismo, Daniel, perdió a su familia sin la oportunidad de llegar a vivir las experiencias que dan los golpes de la vida en pareja. La enfermedad de su esposa no fortaleció su relación, terminó con ella y todavía parecía haber resentimiento en su corazón, lo que se iba a evidenciar muy pronto si su hijo tenía conflictos igual que él. Confiaba en su madurez para poner las cosas en su lugar porque ya desde joven él sabía cómo darme un lugar privilegiado frente a quien sea, pero un hijo es otra cosa, debía estar en primer lugar en determinadas situaciones, eso lo tenía clarísimo. 

Yo, estaba frente al hombre que había idealizado toda la vida. Para que fuera mi pareja, tenía que bajarlo a tierra junto con todos los mortales, depositar demasiadas expectativas en alguien puede llegar a causar decepciones injustas. También necesitaba estar segura de que estaba enamorada y no sólo sentir admiración o deseo por él.

Finalmente mi familia, seguramente mis hijos lo asimilarían tarde o temprano aunque, Lizzy tendría que decidir si quería seguir junto a nosotros o independizarse, aunque ya pasaba muy poco tiempo en casa, todavía era mi prioridad y Daniel tendría que adaptarse a eso, como yo a su hijo. 

Mi mi madre estaría feliz de recibir a un hombre tan competente en la vida, tal vez le costaría un poco al principio pero Daniel se la ganaría rápidamente con algún regalo costoso y alguna salida que mi madre pudiera presumir con sus amigas. En cuanto a Santiago... la relación con Santiago creo que cambiaría radicalmente, pero...¿que estaba yo haciendo, por qué tendría que detenerme a pensar en la situación de Santiago?

-¡Becky despierta! te quedaste pasmada, respóndeme ¿entonces fué un sí, un no o un déjame pensarlo?-

-Pues después de que platicamos sobre nuestras inquietudes me dijo que cuando me decida, comience a usar el anillo y mientras tanto vamos a vernos en serio y con la intención de llegar a algo, sería incapaz de presionarme y de hecho ya se imaginaba mi reacción porque me conoce muy bien y...-

-¿Tienes el anillo? A ver, ¡enséñamelo!-

En ese momento entraba la Beba en la oficina. -¿Cuál anillo, de qué tanto platican ustedes?-

-Esta boba que se nos casa pero se está haciendo de rogar-

Volteé los ojos al cielo, era hora de contar todo de nuevo.

Hoy amanecí cansadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora