Gi es un androide formateado. Su amo le ha ordenado desaparecer de su vida... Y ser feliz.
Feliz; como una persona.
Pero ¿Una IA puede ser genuinamente feliz? ¿Insistir en un imposible no es un camino directo a la infelicidad?
«Imposible o no, ins...
**Nota: dejo mi humilde dibujito para que se hagan una idea de cómo es Gi y despejar dudas. Reitero que el personaje NO ES masculino ni femenino, por lo que cambiar su lenguaje corporal y vestimenta pueden hacerle parecer de uno u otro género de forma convincente, mas no exagerada. Por otro lado, Valentino es un hombre adulto de género 100% masculino, y su dreamcast SÍ ES Min Yoongi**.
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Viernes 14 de Abril de 2023.
Horas atrás, Ashley se sorprendió al oír el nombre de la automotora que Gi pidió visitar. ¿Su amiga realmente compraría un vehículo o sólo iban a curiosear autos de lujo? Sinceramente, de haberse tratado de cualquier otra de sus amistades, hubiera bromeado al respecto «madre mía ¡No avisaste que soy amiga de un millonario!», rió radiante sin creerlo posible. No obstante, si la dulce y tímida Gi estaba de buen humor y deseaba visitar ese lugar, nadie debía interponerse.
Ni un titubeo atravesó las acciones de Gi al bajar del taxi e ingresar a la automotora en las afueras de la ciudad. ¿Curiosidad, asombro, dudas? Nada; su atención estaba en el resumen con los datos técnicos de cada vehículo, mientras Ashley sacaba fotografías y curioseaba cada escandaloso modelo, riendo nerviosa y espantada por los elevados precios.
«Parece que avanzo», pensaba Gi con la vista fija sobre un folleto. Su procesador racional comparaba aquellos datos con los recién obtenidos de otros vehículos y la información de internet. El procesador emocional, por su parte, era acosado por la Amygdala Artificial y picoteaba intranquilo pidiendo la presencia de cierto humano a su lado.
Actualmente, la IA consideraba a Jacob como su amo principal. Era quien vivía con ella, quien sonreía aprobando cada detalle de su existencia, podía calmar su malestar con su sola presencia... Gi era consciente de ello, y temía a aquella desesperada dependencia.
«Avanzo sobre el hielo de un lago, porque no puedo sostenerme sin el apoyo de un amo y... cuando me lo quiten, a cada paso dado más hondo he de hundirme».
—¡Agh! ¿Por qué no? —Ashley discutía con uno de los vendedores de la automotora a unos diez metros, sacando a Gi de sus pensamientos.
Alarmada, la IA repasó lo que su memoria RAM acababa de almacenar, la conversación de Ashley a la que segundos atrás no puso atención. Y se enfadó. Volteó hacia el vendedor próximo a ella, quien venía con la misma mala disposición que el vendedor con quien Ashley hablaba; estos se negaban a dejarlas probar los vehículos, creían que sólo estaban ahí para curiosear y sacar fotos para sus redes sociales. De forma "sutil" pedían alguna confirmación de que realmente estaban cotizando.
Error. Gi sabía perfectamente que no tenían derecho de pedir tal cosa. La androide volteó encendiendo intencionalmente la luz roja en uno de sus ojos, ajustando el enfoque de la cámara como su ceño fruncido para evidenciar que no era humana. El vendedor captó la indirecta como un golpe en su nuca.
