Capitulo 15

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Pov Kiara

Hoy ha sido un día intenso, he tenido cuatro largas cirugías y estaba a punto de irme a casa cuando llegó un Doberman envenenado. Junto con Arya le inducimos el vómito y ahora lo tenemos con suero intravenoso ya que se encuentra un poco deshidratado.

- Arya, por favor déjame ver la ficha clínica de nuestro amiguito, debo inyectarle enseguida los medicamentos. Necesitamos estar informadas si tiene alguna enfermedad o algo más que debamos saber - le pido a la enfermera de turno.

Arya me trae el formulario completado del Doberman y casi se me cae de las manos. No lo puedo creer cuando leo el nombre del dueño y del perro. Es, Boss. El perro de Noah Miller. ¿Tendré que comenzar a creer en el destino como Gabriella o solo será una coincidencia? . No niego que quería volverlo a ver para aclarar las cosas y hablar con calma pero me imaginaba verlo algún día en otras circunstancias, esto es muy difícil.

Me acerco a Boss para ponerle sus medicamentos y lo acaricio. - Vamos, amiguito. Tienes que recuperarte, con estas inyecciones te sentirás mejor, haré todo lo que esté en mis manos para que vuelvas con tu papi lo antes posible - le digo besando su cabeza.

Luego de una hora y media veo a Boss mucho más estable, tiene ánimo y los medicamentos le hicieron efecto, él se pondrá bien. Solo fue un gran susto.
Ahora debo salir e informarle a Noah sobre el estado de su perro, siento que me sudan las manos y siento como mi estómago se aprieta, me pone contenta por una parte el tener que darle buenas noticias pero eso no quita mis nervios. Me vera además con mi uniforme poco sexy, ojerosa y sin una gota de maquillaje..ni hablar de mi cabello amarrado en un coleta desordenada.

Salgo de la consulta hacia la sala de espera y lo veo sentado con sus codos apoyados en sus muslos y su cabeza entre sus manos. Se nota que está demasiado preocupado y estresado.

- ¿Los dueños de Boss? - Anuncio en la sala de espera llena de personas para que él pueda notarme. Se levanta rápidamente y me mira impresionado abriendo muchos los ojos, creo que la misma reacción tuve yo al leer su nombre en el historial de Boss.
Sale de su trance y se acerca a mí preocupado.

- Hola, no esperaba encontrarte aquí - murmura Noah sorprendido. - ¿Cómo está Boss?

- Hola, Doctor. Tampoco esperaba verte aquí. - Le digo mirándolo directamente a sus ojos azules. - Boss se encuentra mucho mejor, él se recuperará del todo. Lo trajiste a tiempo así que no te preocupes. Le inyecte medicamentos y solución salina, está bien de ánimo y sus signos vitales están normales. - Le informo

- Gracias a Dios - dice pasando una mano por su corto cabello. - Estaba tan preocupado. ¿Puedo verlo? ¿Lo puedo llevar a casa? - me pregunta ahora más aliviado.

- Está noche se quedará aquí, lo vamos a tener en observación. Lo puedes venir a buscar mañana, te llamarán para avisarte la hora. Y lo siento pero no lo puedes ver, se puede alterar al verte y no queremos eso, le diré a la recepcionista que le tomé una foto y te la envíe por mensaje. Aquí estará muy bien cuidado - Le informo a Miller y le entrego una receta. - Ten, debes comprar esta medicina, es vitamina K y Boss deberá tomarla por un par de días desde mañana. Pregúntale a la recepcionista si aquí hay disponible para que te la vendan.

- Kiara, muchísimas gracias. Le salvaste la vida a Boss. Él es muy importante para mí, es mi compañero y no imagino estar sin él. - confienza Noah dándome una mirada sincera.

- No hay problema, es mi trabajo. Desde ahora mantén a Boss lejos del veneno para ratas.¿Ahora sí crees que soy una doctora de verdad? - le digo con una sonrisa.

- Claro que sí y perdón si te ofendí en ese momento, soy un tonto - me dice Noah. - Y no solo me debo disculpar por eso, sino por lo que pasó en casa de tus padres.

- Ya hablaremos de eso en otro momento, ahora debo volver al trabajo.

- Si, claro. No te quito más tiempo - me dice Noah dándose medía vuelta y acercándose a la recepción.

- ¡Espera un momento! - Digo acercándome a él. - ¿Te gustaría ir algún día a comer algo conmigo?

- ¿Estás invitandome a una cita? - habla el doctor con una sonrisa

- Claro que no. Solo será una salida entre dos conocidos que tienen temas pendientes que hablar. - le digo un poco avergonzada pero intento que no se me note.

- Eso se llama tener una cita. - dice Noah. - ¿No debería ser yo él que te pida una?

-Que no es una cita y no tiene nada de malo que yo invite o es que ¿acaso eres un machista o un tipo que le tiene miedo las mujeres independientes?. - le digo elevando una ceja.

- Aceptaré tu invitación porque estas llenas de prejuicio sobre mí, además tienes razon, tenemos una conversación pendiente y acabas de salvar la vida de mi perro.

- ¿Quieres anotar mi número de teléfono?

- No es necesario, Doctora. Siempre te encuentro. - dice Noah guiñándome un ojo y caminando hacia la recepción.

Dios mío siento que me va a dar un patatus, ¿Hace calor? tengo muchísimo calor en este momento. Su sonrisa y la forma en que me guiño su ojo hizo que mi corazón palpitara aún más rápido.

ENTRE PERROS Y DOCTORES© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora