Capitulo 12

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Llevo cinco días seguidos llevando al parque a mis perritos en mis tiempos libres y Noah no ha ido ni una sola vez, no sé si va en un horario diferente al mío o simplemente no va por falta de tiempo, sé que es difícil encontrarlo en ese lugar pero no me dí por vencida hasta ahora. Quién diría que sería yo la que lo estaría buscando, si alguien me hubiera dicho que esto pasaría me reiría en su cara.

Sé que él es un cirujano y según dijo mi hermano es uno de los dueño del hospital, eso debe mantenerlo muy ocupado. La otra opción que se me ocurre es que ese día que nos encontramos solo fue para casualidad y realmente el no frecuente ese parque.

Mientras pienso en todas las posibilidades dando vueltas en mi cama siento mi celular sonar en mi mesita de noche. Son las 11 de la mañana y sigo acostada con mis bendiciones perrunas.

Contesto el móvil y habla Gaby muy efusiva como siempre.

- Gatita, ¡buenos dias! Hay un sol espléndido el día de hoy, está perfecto para irnos de compras y comer fuera de casa, debemos aprovechar nuestro día libre. Te paso a buscar a tu departamento en una hora junto con Charlotte.

- Hola mi loca, hoy tengo planes - le respondo levantándome de la cama.

- Por supuesto que tienes planes y es con nosotras. Nos vemos en una hora - cuestiona mi amiga.

- Gaby, ire a casa de mis...

- Ya te dije, te recogemos en una hora. Lleva tus tarjetas de crédito porque hoy sí que gastaremos, amiga. Tendremos un día largo de chicas. - me interrumpe Gaby y luego corta la llamada sin darme chance de poder decirle algo más.

Hoy tenía un almuerzo en casa de mis padres pero Gaby tiene razón, necesito una tarde de chica y no hay mejor terapia que pasar el día de compras y comiendo en algún restaurante o comida basura en el mismo centro comercial.

Me doy una ducha rapida, me visto con unos pantalones vaqueros ajustados, una blusa de Gucci y unas cómodas zapatillas Dior, no me atrevo a ponerme tacones si estaré caminando por muchas horas, eso se lo dejo a Gaby. Esa mujer con suerte deja los zapatos altos de lado para ir al trabajo.
Voy hacía el espejo y me maquillo de forma sencilla, me siento satisfecha con mi look de hoy.

La hora pasó muy rápido y las chicas ya se encuentran esperándome abajo de mi departamento, le pongo sus platos de agua y comida a mis perritos, tomo una fruta para el camino ya que no alcance a tomar desayuno y salgo de casa despidiéndome de Duque y Kima.

Llevamos dos horas recorriendo diferentes tiendas en el centro comercial, hace mucho tiempo que no gastaba tanto dinero, creo que tendré que trabajar horas extras para poder pagar mis tarjetas de crédito después.

- No puedo creer la forma en la que ustedes compran. - nos habla Charlotte impresionada.

- Amiga, somos italianas, crecimos en Milan que es una capital de la moda y ahora que ganamos nuestro propio dinero y somos chicas solteras podemos permitir darnos ciertos gustos. Cuando éramos pequeñas tomábamos prestadas las bolsas caras de nuestras madres y salíamos de fiesta - Le responde Gabriella.

- Recuerdo eso y no tomábamos prestadas las bolsas, si no que las sacábamos sin permiso, era un robo. Una vez te emborrachaste y perdiste una bolsa clásica de Chanel de tu madre, me acuerdo que estuviste castigada más de un mes. - Le digo a Gaby riendo.

- Ni me lo recuerdes, esa bolsa fue un regalo de mi padre a mamá para su aniversario y tu también estuviste castigada por mi culpa ese día.

- Que divertidas son, me hubiese gustado crecer con ustedes. Soy hija única y siempre mi vida fue algo solitaria, mis padres siempre estaban de viaje, creo que por eso actualmente me gusta mucho vivir con Gaby y estar siempre rodeada de personas - Dice Charlotte dandonos una sonrisa un poco triste.

ENTRE PERROS Y DOCTORES© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora