ENTRE PERROS Y DOCTORES©

Capitulo 24

Hoy por fin le darán el alta a mi padre, estoy en mi trabajo recogiendo mis cosas para ir por él al Hospital ya que mi madre se encuentra en la floristería trabajando, no podía pasar tantos dias sin abrir su negocio porque genera perdidas y papá le rogó que despejara su mente en el trabajo y dejara de pasar todo el día en el Hospital porque él estaba bien atendido y mejorando.

Estoy tan feliz al saber que mi papá está bien, el es un excelente padre, buen esposo y muy trabajador, se sacrificó mucho junto con mamá para que yo y mis hermanos tuviéramos una buena educación y fuéramos a la Universidad.

Ya preparada para irme, me despido de las enfermeras y algunas colegas que se encuentran en turno, aprovecho de informales sobre el estado de algunos mini pacientes cuando en eso aparece Oliver, no lo había visto últimamente y la verdad lo he tratado de evitar porque la última vez las cosas terminaron un poco tensas. Mi jefe se sorprenden al verme y pone una sonrisa estúpida en su cara.

— Kiara que alegría verte, no sabía que ya estabas de regreso. — me sorprende su comentario, ¿Cómo es que siendo el dueño de esta clínica no sabe que volví?

— ¿Cómo es que no sabías de mi reincorporación? — le digo sin devolverle el saludo y dando unos pasos hacia atrás. No lo quiero tan cerca de mí.

— Lo siento pero he estado muy ocupado. Valeria, la jefa de cirugía renunció así que no estoy informado de todo. — me dice con cansancio. — Debo encontrar un nuevo jefe lo antes posible, ya que de lo contrario tendré que elaborar yo mismo todos los horarios de trabajo del área de cirugía del próximo mes y la verdad no me alcanza el tiempo para eso.

— Lo siento, debe ser estresante.

— Lo es pero cuéntame de tu padre, Gabriella me comentó que sufrió un ataque cardíaco. — me mira con preocupación, creo que el antiguo Olivier está volviendo.

— Así es pero se está recuperando, ahora mismo lo iré a buscar al Hospital asi que debo dejarte. — le digo dándole una sonrisa pequeña y camino hasta la salida. No quiero que Oliver ocupe más de mi tiempo, no confío en él como antes.

—¡Kiara! Espera un segundo. — me llama mi jefe antes de que pueda salir por la puerta. Pero que quiere ahora..

— ¿Si?. — me volteo para mirarlo, él se acerca a mí.

— Te pido disculpas por mi comportamiento, no fuí amable las últimas veces que nos vimos y envíale una disculpa de mi parte a tu novio. Te tengo bastante cariño y no quiero que las cosas se vuelvan extrañas en el trabajo. — Sus disculpas se ven sinceras o por lo menos eso parece.

Solo asiento con la cabeza, no quiero profundizar en ese tema. — Noah no es mí novio. Ten una buena tarde. — Es lo último que le digo y salgo la clínica hacia el estacionamiento donde se encuentra mi auto y comienzo mi viaje hasta el Hospital.

Quiero hablar con Oliver lo menos posible, solo lo justo y necesario, quiero evitar cualquier tipo de conflicto y al parecer él también. Espero que las cosas de ahora en adelante mejoren, entiendo que yo le pueda gustar pero eso no le da derecho a meterse en mi vida privada, sólo es mi jefe, él sabe que no le puedo corresponder y tampoco me interesa ser su amiga ahora porque comenzará a tomar más confianza y más querrá opinar sobre lo que hago y lo que no. Antes de que Noah apareciera nos llevábamos muy bien pero algo en él cambió, nunca hemos sido nada sentimentalmente pero cuándo me vió con el Doctor su trato hacia mí cambio de forma radical, hasta su mirada ya era distinta y no me gustó lo que ví, siento que no conozco todavía al verdadero Oliver, puede que me esté inventando muchas películas en mi cabeza y él solo se encuentre un poco dolido porque quizás el sí tenia esperanzas de que algún día yo correspondiera a sus sentimientos pero prefiero seguir mi instinto y ser precavida, la mirada puede decirnos muchas cosas sobre otra persona y la mirada de mi jefe era una llena de rabia y hasta odio me atrevería a decir.