Capitulo 28

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POV Kiara

Abro los ojos debido a la luz que entra por mi ventana, siento los brazos de Noah en mi cintura que no dejan moverme, ni siquiera puedo mover los pies porque encima de ellos está Kima, no sé que en momento se subió a la cama mientras descansabamos. Miro a Noah durmiendo profundamente, repaso cada una de sus facciones, sus labios carnosos, ese color de piel que me encanta, sus largas pestañas y ni hablar de su aroma a perfume citrico esparcido por mis sabanas, es una de las cosas que más me vuelve loca de él, además me gusta mucho dormir a su lado, duermo mejor y me siento protegida pero nada de eso soy capaz de decirle, no quiero que piense que intento cambiar lo que tenemos por algo más serio porque no es así y sé que eso le asusta pero estoy sintiendo cosas por este hombre y ya lo asumí del todo después de la conversación con mi madre y su idea de que le gusto en serio a Noah, ella rara vez se equivoca y mantengo la esperanza de que está vez tampoco está equivocada pero por el momento no me atrevo a enfrentarme a él y decirle las cosas que me está haciendo sentir, me siento insegura y todavía estoy con la idea de que es imposible tener un futuro con él, tenemos un acuerdo, difícilmente pueda obtener más de Noah, además creo que ya está todo demasiado complicado despues de lo que pasó anoche con Alonzo como para ponerme a complicar todo aún más. Como sea tengo las cosas claras y si acepté este acuerdo ahora debo asumir las consecuencias que pueden salir de esto.

Después de lo sucedido, Noah inventó una excusa diciendo que ningúna camisa que había disponible en la habitación de mi hermano le quedaba buena y que por lo mismo debía irse a casa, por mi parte dije que también debía retirarme porque me debía levantar demasiado temprano para ir a trabajar, cosa que es mentira ya que tengo el día libre. Ambos salimos de casa de mis padres en nuestros respectivos autos y manejamos hasta mi casa donde tuvimos sexo en la ducha y después en la cama, perdí la cuenta la cantidad de veces que lo hicimos, de solo recordarlo a mi cuerpo le comienza a subir la temperatura.

Siento como Noah se remueve en la cama y poco a poco abre sus hermosos ojos azules, me da una sonrisa y me libera de su agarre para frotarse los ojos, ahora si puedo moverme. Me siento en la cama apoyando mi espalda en el respaldo.

- Buenos dias, regazza. ¿que estas esperando para besarme? - dice con su voz mañanera.

- Lavarme los dientes.

- No me importa, ven aquí y bésame.

- No lo haré. - Le digo levantándome de la cama para ir al baño, mi vejiga ya está apunto de reventar. - Si quieres besar a alguien ahora mismo, puedes besar a Kima.

Tomo a mi perra y la dejo encima del pecho de Noah y ella inmediatamente comienza a lamerle la cara.

- Por dios, Kiara. Saca a tu rata de encima. - Noah se cubre la cara para intentar evadir los besos de Kima. Yo muero de la risa al ver tal escena.

- No le digas así y ahora levántate que ya es tarde. - le digo quitando las sábanas de su cuerpo, solo está en boxer asi que aprovecho de darle un buen repaso a ese cuerpo. Noah lo nota pero no dice nada.

- ¿Me estás echando de tu casa?

- No, pero debes levantarte para que me hagas el desayuno mientras yo me ducho.

- ¿Tengo cara de sirviento? La próxima vez tendremos sexo en mi casa donde está mi cocinero que prepara las comidas.

- Por supuesto que tenías que tener personal en tu casa, señor adinerado. - le contesto poniendo los ojos en blanco. - Aquí el cocinero serás tú y más te vale hacer algo que sea comestible.

Me encierro en el baño, lavo mis dientes y luego saco mi ropa interior, abro la ducha, el agua cae por mi cuerpo y me relaja, me baño rápido para poder ir a inspeccionar a Noah en la cocina porque aunque se esfuerza en hacernos algo para comer, eso nunca acaba bien.

ENTRE PERROS Y DOCTORES© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora