Extra 1

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POV Emma.

Después de un par de horas, por fin tengo listo el maldito horario de la nueva doctora desquiciada que se unió al equipo. Le hice un horario de mierda y espero que sirva para que me haga un reclamo y yo pueda mostrar las garras; de lo contrario, ¿cómo se supone que sea mala con la chica nueva? El problema es que hay una gran posibilidad de que no le importe el horario. Somos médicos y nos acostumbran desde que estamos en la universidad a tener horarios horribles y turnos larguísimos.

Esto solo lo hago por esas vacaciones soñadas. ¿A quién no le gustaría mandar todo a la mierda por un momento e ir a un resort increíble sin pagar ni un solo centavo?. Ya me éstoy imaginando en una playa paradisíaca, tumbada en la arena con un bikini diminuto y una copa de alcohol en la mano.

Necesito un descanso lejos de la ciudad y especialmente del Hospital.

Si pensaban que esta estupidez la haría por mi jefe, están muy equivocados. La Emma del pasado sí lo habría hecho, no lo niego, pero la nueva y actual Emma no.

He cambiado, no pienso volver a estar detrás del culo de Noah, ya entendí que le gustan las mujeres con cara de mosca muerta y planas como una tabla. Bueno, quizás no exactamente como una tabla. La tal Kiara esa no es fea pero si me comparo con ella, yo siempre seré mucho mejor en todos los aspectos. Ojalá le sirva tener un novio cirujano plástico para que pueda hacerse retoques, porque para ser una chica latina, creo que le faltan curvas. Yo, siendo estadounidense, tengo mejores atributos que esa mujer y con orgullo cargo mis tetas hechas de 350cc que vuelven locos a todos los hombres incluído mi jefe en su momento.

El cabrón de Noah y yo nos acostamos cuando él llevaba poco tiempo en el país. Cuando murió su padre y supe que el hijo del famoso Dr. Miller vendría a dirigir el hospital, quise darle una buena bienvenida. Por supuesto, lo busqué en Google antes de que llegara. Me pareció todo un bombón con cara de chico malo. No sabía que podían existir médicos tan guapos. Mis compañeros de clase de universidad todos eran unos nerds que no sabían pensar en nada más que en la medicina. Pero Noah Miller me devolvió la esperanza y definitivamente comprobé que sí existen médicos que parecen modelos sacados de una revista de GQ y además que pueden ser buenos en la cama.

Cuando por fin llegó mi jefe actual, lo ayudé a adaptarse al ambiente. Salimos un par de veces. Le enseñé la ciudad, fuimos a comer y paseamos a su perro que me odiaba y yo a él. El sentimiento fue mutuo, pero todo lo hacía para meterme en los pantalones de Noah. Lo que no esperaba era que de verdad poco a poco comencé a desarrollar sentimientos por él. En ese momento solo éramos buenos amigos hasta que nos acostamos y todo cambió. Se volvió distante y quería que me mantuviera lejos. Se hizo muy amigo del estúpido de Steffano Ferretti hasta que finalmente me cambió por él y yo quedé en el pasado.

Sabía que el rollo que tuvimos solo sería una noche, pero antes de follar fuimos amigos. Me dolió perder su amistad, aunque poco sabía de él, la realidad era que yo sí lo consideré un amigo pero para él sólo fui una chica cualquiera más. Es un hombre muy cerrado que venía atravesando un mal momento. Su padre había muerto, tuvo que dejar su vida en Inglaterra y había terminado una relación amorosa hace poco tiempo. Intenté acercarme cómo su amiga y también algunas veces lo buscaba para tener sexo y sólo conseguí alejarlo más. En algún punto terminé con una especie de obsesión, lo quería para mí a toda costa y fue peor cuando apareció esa mujer a arrebatarme lo que consideraba mío, hasta le robe un beso el cuál me arrepentí al ver su cara de preocupación porque nos habían descubierto. Pero antes de ese beso, me enfrenté a Kiara y me dijo unas palabras que me quedaron dando vueltas en mi cabeza. En el momento, estaba molesta, así que tomé sus palabras como un ataque hacia mí, pero al final tenía razón. Después de un tiempo, me di cuenta de que necesitaba quererme a mí misma, tener dignidad y respetarme. Soy genial y merezco un hombre que me ame y me quiera como soy. ¡A la mierda Noah Miller!

ENTRE PERROS Y DOCTORES© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora