ENTRE PERROS Y DOCTORES©

Capitulo 30

Pov Noah

Hace tiempo que no me sentía tan como la mierda, ayer Kiara me cuidó lo que restaba de día y parte de la noche, me bajó la temperatura cuando lo que más me gusta es que ella me la suba y cocinó para mí una rica sopa de pollo que según ella iba a ayudarme con la gripe y se me pasaría. No quise decirle que al ser un hombre de ciencia no creía en eso y que su teoría de la sopa no tenía un estudio científico que comprobara que uno se podía recuperar de una gripe con sólo sopa de pollo, el único estudio fue hecho en animales y fue un fracaso, por mi parte, sólo sé que la sopa casera al contener electrolitos ayuda a la hidratación pero más que eso no. De todas formas, estoy agradecido con ella y su sopa fue una de las mejores que he probado. La italiana latina hace todo bien.

Tomo mi celular y veo que son las ocho de la mañana, me desperté y Kiara no estaba en la cama, creo ya es momento de que me vaya a casa y deje de esparcir mis virus por su departamento, no quiero que esto se vuelva más íntimo de lo que ya está siendo a pesar de que me encanta su compañía. Lo mejor es que me vaya a casa y descanse por hoy, con esta gripe no puedo ir al Hospital y hacer cirugías.

—¿Cómo te sientes? — miro hacia la puerta y entra la castaña a la habitación vestida con su uniforme azul y una bandeja de comida en las manos. — Te hice el desayuno.

— Estoy mucho mejor y es gracias a ti y tus cuidados, ragazza. — pone la bandeja en mis piernas y se sienta al otro lado de la cama. — Este desayuno se ve delicioso, no tenías que molestarte.

— Solo son huevos revueltos y jugo de naranja, debes recuperar fuerzas y eliminar esa gripe de tu cuerpo.

— Que conste que tú me trajiste el desayuno a la cama nena, después no puedes decir que soy un mimado. — Kiara sonríe y es hermosa cuando lo hace.

— Es que lo eres y lo sabes.

— ¿Comerás conmigo? Hay suficiente para los dos. — le digo apuntando la bandeja.

— Yo comí mientras tú dormías, asi que esa bandeja es toda tuya. Además, ayer con Charlotte nos tomamos unas copas y tengo el estómago un poco revuelto, quizas es resaca.

— Verdad que saliste el día de ayer mientras yo ardía en fiebre en tu cama. Siento esparcir mis virus, tus perros fueron mis enfermeros mientras no estabas, no se movieron de mi lado.

— Es que mis bebes son lo máximo, espero que los hayas tratado bien. — me dice con la ceja alzada.

Ahora me gusta ese par, creo que son los lindos pero no le confesaré eso a Kiara, me gusta molestarla.

— Querían lamer mi cara y manos, además de acurrucarse conmigo pero en esta cama tuya solo permito que tú me pases la lengua por donde quieras, ragazza. — respondo juguetón.

— Enfermo y todo sigues siendo un caliente, eso no se te pasa.

— Jamás, doctora fiera. — Kiara suspira con dramatismo y ríe mientras deja la bandeja ahora vacía en el suelo. — Mejor cuéntame cómo te fué con tu amiga.

— Muy bien, no hay nada mejor que una buena charla con las amigas y contarse los chismes.

— ¿En sus chismes solo hablan de hombres y esas cosas?

— Claro que no, pero ayer sí que hablamos un poco de hombres. Charlotte está teniendo problemas con un tipo pero creo que se va a solucionar o eso espero. — me cuenta.

¿Será que esa tal Charlotte es la amiga la cuál Steffano tiene una relación? Quizás estoy sacando una conclusión precipitada pero le dijo a Kiara que está teniendo problemas con alguien, no quiero indagar más y llenarla de preguntas porque creerá que es raro que quiera saber tanto de su amiga. No sé qué tantas amigas tenga Kiara que conozca desde pequeña pero hasta ahora solo conozco a dos de sus amigas, la otra es la pelirroja pero sinceramente no me la imagino teniendo una relación con alguien como Steffano, osea, los dos están igual de locos pero si en mi cabeza los pongo juntos siento que no van, no pegan ni con mocos.