Capitulo 17

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Salimos por la puerta de la clínica con Noah caminando hacía el estacionamiento, curiosamente estacionó su auto al lado del mío. Cada uno va a sus respectivos autos hasta que veo a Oliver viniendo a mi dirección. Por Dios, no. No ahora.

- ¡Kiara! ¡Hola! - me dice con una sonrisa que es imposible compararla con la de Noah. - Tu turno terminó hace un rato. ¿Qué te entretuvo?

- ¿Kiara, nos vamos? - dice Noah poniéndose a mi lado, no sé en que momento salió de su auto. Mira fijamente a Oliver. - Disculpe, ¿Y usted es?

- Noah, él es Oliver Murphy, mi jefe. - Digo apretando un poco el brazo de Noah para tranquilizarlo porque está tenso. Por cortesía, el cirujano estira la mano hacia Oliver para saludarlo pero sé que no está cómodo.

- Soy Noah Miller, aprovecho de decirle que tiene a una increíble profesional trabajando para usted, debería felicitarla. - Dice Noah y Oliver le muestra una sonrisa falsa.

- Encantado, Señor Miller. - mi jefe el apretón de mano. - ¿Cómo es que conoce la manera de trabajar de la doctora?

- El Doctor Miller trajo a su perro enfermo hace un par de días y yo lo atendí. - Informo a Oliver. Sé que está molesto.

- Espero que su perro se encuentre bien - dice mirando a Noah, luego vuelve su mirada hasta mí y enfoca su vista en el ramo de rosas que tengo en las manos.

- Kiara, sólo recuerda las políticas de la clínica. No pueden haber relaciones personales con nuestros clientes .

- Señor Murphy, con Kiara nos conocemos desde mucho antes de lo sucedido con mi perro y lo que pase entre ella y yo no es su incumbencia. - Noah pasa su brazo por alrededor de mi cintura. - Lo que hagamos no va a interferir en su capacidad de trabajo y si nos disculpa, tenemos planes y estamos atrasados. - le dice Noah abriendo la puerta del conductor de mi auto para que me meta en él. - Te sigo hasta tu casa - me informa y camina hasta su auto pasando por al lado de Oliver que no se ha movido de su sitio y tiene cara de pocos amigos.

Pov Noah

En todo el trayecto hasta la casa de Kiara no dejo de apretar el volante con fuerza, no sé quién mierda es ese tal Oliver Murphy pero no me trae buena espina, sé que conozco muy poco a Kiara pero me preocupa que esté trabajando para él, se nota que el tipo está loco por ella y por eso le habló de esa forma, ni siquiera le importó cuando le dije que Kiara era buena en su trabajo, lo mínimo que el tipo debía hacer en ese momento era felicitarla, era lo yo hubiera hecho en su lugar. A ese imbécil solo le interesa tenerla cerca y ojalá poder acostarse con ella.

Subo al Departamento con Kiara y es muy bonito, tiene una decoración femenina en colores rosa y gris.

- Puedes tomar asiento mientras me cambio, ¿Te sirvo algo para tomar? - Me pregunta con una hermosa sonrisa. Veo como llegan dos perros corriendo hacia ella y la saludan de forma muy efusiva. Reconozco a los perros, son los que paseaba el día en que nos conocimos.

- No te preocupes, estoy bien. Ve a cambiarte, yo te espero junto a estos dos - dije apuntando a sus perros y sentandome en el sofá. Veo varias fotos que tiene en su mesa de centro, reconozco una donde aparece con sus padres y otra donde sale con la chica pelirroja que conocí hoy. Tomo esa foto y sonrió, Kiara se ve muy feliz en la imagen haciendo una cara graciosa.

- Espiando mis fotos, Miller? - pregunta divertida la castaña apareciendo en el salón con un vestido color rosado. Se ve increíble.

- Así es, miraba la foto con tu amiga, la que se quiere poner pechos. - le digo riendo y dejo la foto en su lugar. - Te ves hermosa en ese vestido, Kiara. Me entusiasma nuestra salida de hoy. - Me pongo de pie.

ENTRE PERROS Y DOCTORES© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora