「Capítulo 26」

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Cielle miró a ambos hombres con una sonrisa de labios, estaba agradecido con ellos. A pesar de que eran personas a las que conocía muy poco, solo superficialmente, confió en ellos y la ayuda que podrían brindarle.

—¿Por dónde empezamos? —preguntó Micah mirando a ambos de manera intercalada.

—Primero saber a qué nos enfrentamos y la manera de combatirlo —explicó Osiris —. Cielle hizo mención de Fenith, según sé es una organización criminal de ladrones.

—Son solo unos ladrones —le restó importancia el pelirrubio —, entonces no han de ser un problema real.

—Pues en eso te equivocas ricitos de oro —comentó Osiris y Micah infló las mejillas.

—Sabes que no me gusta ese apodo, Dagger.

—Al parecer tiene la manía de darle apodos a la gente —dijo entre risas Cielle observando la escena.

—Suelo ser muy original —se encogió de hombros el pelinegro —. Y regresando al tema serio, Fenith es una organización tan antigua como el crimen organizado, son poderosos, con grandes dotes de infiltración, asesinato y su especialidad el robo. Tienen estrategas a los que yo consideraría genios —comentó torciendo los labios pensativo —. Es posible que ya estén aquí en New York, así que debemos buscar un lugar seguro, pero abierto. Un lugar donde podamos tener posibilidades tanto de atacar como de huir si es preciso.

—¿Cómo es que son tan antiguos y jamás he escuchado de ellos? —cuestionó Rymer pensativo.

—Porque justamente en eso se basa su estrategia, en mantenerse en las sombras. Aunque si llevas cierto número de años en el crimen organizado alguna vez oirás hablar de ellos. —Osiris explicaba con seriedad, mientras que los dos oyentes prestaban mucha atención.

—Llevan años buscándome —pronunció entre dientes Cielle —. Idan y yo tenemos la teoría de que fui parte de ellos. Que a pesar de ser un niño cumplía una función, sin embargo cuando tenía seis años tuve un accidente de auto donde perdí la memoria. Según la policía en el auto iban mis verdaderos padres, que murieron.

—O sea que naciste en el seno de esa organización —dijo Osiris pensativo —. Tus padres deberían algo y por eso te buscan.

—Me buscan porque en mis recuerdos perdidos guardo la localización de algo que ellos desean.

—Entonces vendrán con todas. —Micah esbozó una sonrisa de medio lado — Que vengan entonces, ya sé a dónde debemos ir.

Después de una hora en casa de Osiris, ambos fueron con Micah. El pelirrubio había asegurado saber cuál era el lugar ideal para la estadía, mientras Fenith venía a por ellos. Llegaron entonces a una lejana parte a las afueras de New York, en una zona abandonada había una casa negra con una peculiar forma rectangular de dos pisos. No tenía ventanas y estaba rodeada por una alta reja electrificada. A primera vista parecía una pequeña prisión, pero luego Micah mencionó que era una de las casas de seguridad de su padre.

—No sé si estaremos a salvo completamente, pero la casa tiene un gran sistema de seguridad y una vía subterránea de escape —explicó el pelirrubio mientras ingresaban al lugar.

—Me parece seguro aunque solo verlo me da claustrofobia —confesó el abogado.

—Sí lo es, pero créeme no es tan malo. He venido un par veces aquí —comentó mirando de reojo a Osiris —. Aunque no a esconderme de ningún ataque.

—No tengo cobertura —dijo Cielle mirando la pantalla de su teléfono.

—Ni cobertura, ni internet, o señal de radio y televisión, este lugar está incomunicado pero así evitas ser rastreado. —Micah abrío la puerta haciéndoles entrar mientras les explicaba.

El Abogado del Diablo (BL)✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora