「Capítulo 15」

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Cielle se sentó en uno de los muebles de la sala, Selene lo imitó instando a que continuara contándole los motivos de su molestia, pero sobre todo tratando de convencerlo de decirle a Idan la verdad.

—Debes decirle todo —aseguró la amiga —. Si él sabe la verdad entonces acabará ese rencor que existe entre ustedes.

—No puedo —sentenció negando fervientemente —. Durante todos estos años el odio que creció en su interior por mí, ha sido su motor impulsor. Él me culpa por la forma en la que ha tenido que vivir y eso le brinda consuelo. Si descubre la verdad entonces dejará de ser la víctima de la historia.

—Por supuesto, pues villano será su padre.

—¿Crees que no he pensado esa posibilidad? Desde que lo volví a ver lucho contra la idea de decirle. No quiero que enfrente a su padre, porque tengo miedo de las represalias que pueda tomar ese hombre en mi contra. Además Idan ya está hasta el cuello de ese mundo, no es como que pueda solamente dejarlo y dudo que quiera hacerlo.

—Dios mío, todo esto es demasiado complicado, es como una maldita película —confesó la joven de cabellos largos en un suspiro.

—Él me está engañando —dejó ir un sollozo de desconsuelo Cielle —. Nuevamente está subestimando mi inteligencia y lo entiendo, yo mismo lo hice creer eso.

—¿A qué te refieres?

—Tuve que hacerme el tonto e ingenuo hace dos días para que cayera en mi engaño. Piensa que soy crédulo, tan crédulo como antes, que me pueden manipular con facilidad, que puede engañarme.

—¿Hasta qué punto has llegado, D' La Fontaine? —cuestionó ella preocupada.

—Un bastardo me envenenó y yo permití que eso pasara, casi me cuesta la vida  —confesó encogiéndose de hombros —. El lado bueno es que descubrí dos cosas.

—¿Qué cosas?

—La primera es que él aún siente algo por mí, no es bueno ocultándolo ni aunque pretenda odiarme totalmente.

—¿Y la segunda?

—Que está mintiendo, yo mismo lo escuché confesarlo —deslizó el dorso de su mano con rabia por sus labios, como limpiándolos con frenesí —. Y pensar que me dejé besar por esa boca mentirosa —gruñó iracundo —. Yo sé que Idan no va a perdonarme jamás, pretende hacerme creer que olvida el pasado, pero en realidad está tejiendo una telaraña para mí.

—¿Qué harás al respecto?

—Seguiré fingiendo —aseguró con seriedad —. Si quiere jugar lo haremos los dos y que gane el mejor.

—Estás jugando con fuego D' La Fontaine, arriesgas mucho por nada.

—No es por nada, Idan quiere destruirme tal como lo destruí a él. Apuesto a que ni te imaginas los planes que tiene para cuando finalice el caso —suspiró desganado —. Va a matarme.

—¿Qué? —Selene se puso con rapidez de pie —. Basta, tienes que renunciar e irte lejos de ese hombre.

—¿Estás demente? Yo no voy a huir nunca más de nadie. Además de eso, planeo utilizarlo para descubrir por qué me buscan desde hace tantos años.

—¿Piensas usarlo? Si se da cuenta va a acabar contigo.

—Tarde o temprano lo sabrá, pero cuando así sea no tendrá ya el valor para matarme, porque voy a hacerlo amarme tanto como antes, o incluso más.

—¿Qué pasa si te enamoras primero?

—Entonces habré perdido, pero eso no significa que será menos divertido.

El Abogado del Diablo (BL)✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora