Juan Cruz y Ezequiel son amigos desde pequeños. Su amistad es inquebrantable y se complementan a la perfección. Sin embargo, cuando una tarde de verano un camión de mudanza se detiene en su barrio, las cosas toman un drástico giro: Coni será la nuev...
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Coni – 15 años –
Me miro al espejo, conforme con lo que veo. Estoy nerviosa. Giro y giro exhibiendo mi vestido blanco, largo, con mangas acampanadas hasta las muñecas y un escote irregular hacia la izquierda. Es exactamente como el que quería, la modista lo interpretó la perfección.
Mamá vino de su viaje a Estados Unidos con Fidel y con muchas revistas de quinceañeras. Vimos los que me gustaban, los que ella consideraba propios para mi edad y lo encargamos a medida.
Desde que mamá se puso de novia oficialmente hace dos años, nuestra vida cambió. Ella cambió. Está más risueña, de mejor ánimo y maneja más dinero que antes. La casa ha visto algunas mejoras; pintamos el frente, pusimos rejas más altas y el patio tiene pasto nuevo y plantas bonitas.
Nuestra habitación también mejoró. Las camas son nuevas, una al lado de la otra y con mesitas de luz a juego.
Josefina pasa poco tiempo en casa desde que comenzó la facultad hace unos años; suele quedarse a dormir en casa de sus amigas (jajaja, sí, cómo no). Mamá no se cansa de repetirle que "se cuide" y que espera ser abuela dentro de muchos años.
El otro día me acompañó a la ginecóloga. Fue mi primera visita a la especialista y si bien soy virgen y no puede hacerme los estudios de rutina femenina, ya tuvimos una larga charla acerca de los métodos anticonceptivos. Dado que mi período nunca fue regular desde que me hice señorita, sugirió tomar píldoras que regularicen mi menstruación y me calmen los dolores pélvicos tan fuertes que padezco cuando me viene.
Agradezco no tener estar en mis fechas el día de hoy, sería horrible pasar tensa toda la noche ante la posibilidad de mancharme el vestido.
―En el salón está todo listo para que vayamos. Los primeros invitados ya están llegando ―dice Josefina. Hoy ha traído a su novio Diego, el primero que presentó como "algo serio". No pensé que fuera su estilo, ya que es medio nerd y callado, mucho más sabiendo que ella ha sido un tiro al aire por tantos años, pero parecen contentos estando juntos.
Por mi parte, estoy que me como las uñas; hace mucho tiempo que no veo a Zeke. Juani festejó su cumpleaños en la costa y con su familia, por lo que nuestro último encuentro fue casi un año atrás, cerca de mi colegio.
Verlo fue recordar que lo extraño mucho; extraño nuestra conexión, su seriedad, que siempre tenga tanta serenidad para resolver mis estúpidos conflictos de adolescente.
Con Juani no es lo mismo. Es cierto, nos hemos acercado mucho - como mucho, mucho - estos últimos meses, pero se siente distinto. Obviamente, hemos cambiado a lo largo de estos largos meses.
Mariposas burbujean en mi estómago. No sé si Zeke vendrá esta noche a mi cumpleaños. Hace un mes que lo invité y le pedí que me confirmara su asistencia, pero no tuve novedades al respecto.
Me desilusiona que hayamos perdido el contacto. Cuando leí su poema, aquel que me dio en el micro mientras volvíamos del viaje de egresados, tuve una sonrisa tonta hasta que lo vi en persona. No cumplí con eso de que no lo leería hasta pasado el período de clases. Mi voluntad no duró tanto y abrí su carta/mensaje, diez días antes de lo estipulado.