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Ezequiel - 11 años

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Ezequiel - 11 años

―¡Dale Zeke, pateá de una vez! ―grita Juan Cruz desde lejos. Bueno, no desde tan lejos pero siento como si esta calle fuera la cancha de Supercampeones, la serie que pasan por canal 11 cada tarde.

Respiro profundo, nervioso. No sé jugar al futbol. Soy un desastre. Mis piernas no se llevan bien entre sí y soy de tropezarme a menudo con las mesas de herramientas que mi papá tiene en el taller.

Mi abuela dice que es porque pegué el estirón muy temprano y soy más alto que la media de los chicos de mi edad. Cuando le pregunté qué tiene que ver eso con mi falta de precisión al caminar, me dijo "estás hecho un larguirucho que no domina su cuerpo". O algo así.

Es cierto, me ubico al fondo de la fila y me fastidia, porque eso significa que soy el último de mi curso en salir del colegio. Y si me comparo con mi mejor amigo Juan Cruz, entiendo lo que quiso decir mi abu Clemen.

Es diciembre y el calor es insoportable. Ha habido días de sol puro y como mil grados de temperatura. Odio el verano, excepto porque Papá Noel viene con regalos.

Sí, ya sé que son nuestros padres, pero me divierte cuando ponemos las luces en el porche de casa, las enredamos en el árbol y le colgamos bolitas al pino de plástico.

Ya tengo 11 años. Los cumplí ayer. Y es el primero que celebro sin mamá a mi lado.

Fue raro soplar las velitas en su ausencia; a casa vinieron solo unos pocos compañeros y en cuanto a la familia, solo estaban mi papá, mi abuela Clementina y mi tía Roxana con mis primos Rubén y Luisa.

Mamá se fue hace unos cuantos meses. En mayo, para ser más preciso.

¿Por qué? No lo sé. Papá dijo que ella no se sentía feliz. ¿Acaso las madres no son felices con sus hijos? Por las noches solían discutir alto, muy alto. Ella le gritaba que quería ser actriz y que todo terminó cuando se casó con él. Supongo que yo también tuve que ver con eso.

La señorita Gauna, la maestra de ciencias naturales, ya nos habló sobre el aparato reproductor. Las fotos que mostró fueron espantosas, pero me sirvieron para entender cómo es que se forman los bebés.

Hasta ahora no hay una sola chica en el grado que me guste. Bueno, puede que Gaby Méndez, la rubia del segundo banco sea bonita, pero a ella le gustan todos por igual y todos los chicos también gustan de ella.

Yo creo que cuando a mí me guste alguien, tendrá que ser una chica que no ande repartiendo besos en los cumpleaños. Solo tiene que besarme a mí.

Para el caso, ella no vino a mi cumple.

―¿Podés patear? ¡Me abuuuuuuuurroooooo! ―Juani insiste.

Odio el fútbol. ¿Ya lo dije?

Él sabe que lo mío es más bien el básquet. No solo por mi altura sino porque me siento más cómodo haciendo cosas manuales. Nuestro profesor de gimnasia, Fernando Túnez, me ha dicho muchas veces que tendría que anotarme en el club del barrio.

"Algo más" -Completa-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora