── ❝ 𝑰𝒏𝒕𝒐 𝑻𝒉𝒆 𝑮𝒓𝒆𝒚 ❞ ──

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒅𝒐𝒔.

"...Your love's like rhinestones falling from the sky
That's electric
With future pixels in factories far away
Here we go again..."

—Rhinestone Eyes, Gorillaz.

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——Necesitas descansar, fue un viaje muy largo y tenemos mucho tiempo para ponernos al corriente —–Fue lo que salió de los labios de la pelimorada antes de ofrecer una pequeña sonrisa a su amigo mientras le ayudaba a bajar el equipaje del auto.

Sasaki no se negó a ello, sentía que no podía mantener una conversación decente y le avergonzaba saber que realmente no deseaba conversar con nadie.

Quería claridad en sus pensamientos. Al menos eso era lo que anhelaba su lado racional.

El omega interno deseaba la cercanía del rubio a un punto doloroso y era ese su mayor miedo.

Desear volver al círculo vicioso que era su relación.

Hrist abrió por él, Kōjiro parecía ido observando todo a su alrededor. Un sentimiento de nostalgia le invadió.

Si cerraba los ojos, podía ver a sus padres viéndole desde el pórtico, deseándole suerte en su viaje porque había sido seleccionado para el programa de intercambio. Finas lágrimas comenzaron a recorrer su rostro.

¿Había pasado tanto tiempo desde entonces?

——Vamos, necesitas dormir, luego sigues viendo que tu casa no cambió nada ——Comentó Hrist tomando de la muñeca al azabache, cerrando en el proceso y empujándolo dentro de la residencia.

El azabache se dedicó a sobar su mano por el rudo agarre de la contraria, misma que sólo se encogió de hombros en su lugar, restándole importancia.

"No es como si el agarre de Hrist fuera peor que el de Poseidón en algún lugar público..."

Tal y como la alfa le había dicho momentos antes, su casa no había cambiado absolutamente nada. Era como volver a ese instante de su vida antes de que todo comenzara.

——Es increíble lo mucho que puedes añorar algo tan cotidiano con el paso del tiempo... ——Su comentario hizo que Hrist le mirase como si hubiese perdido el sentido, ¿qué le había sucedido en casi 5 años desde que dejó Fukui?

En algún momento se lo iba a contar, no es como si tuviesen el tiempo medido como su última visita en Tokyo.

Hrist apretó inconscientemente los ojos de sólo recordar cómo se había portado ese sujeto arrogante con su amigo, pero las cosas sucedían por motivos misteriosos, así que en lugar de echar un vistazo al pasado, se quedaría atenta al presente y a su mejor amigo.

"Ojalá hubiese sido tu alfa, incluso el idiota de Musashi..."

——Si, si, abuelita, ya te oí, ¿quieres algo más antes de que me vaya? Vendré mañana si lo requieres ——Hrist sonreía, aunque por dentro estaba ese pensamiento de que algo muy fuerte había sucedido para que Kōjiro se desprendiera de la noche a la mañana del sujeto por el que llevaba en alguna parte de su cuerpo una marca y no la de enlace.

Ella había sido la primera que saltó cuando vio esa ola entre flores de cerezo sobre la espalda baja de su amigo.

Tan sólo recordar la forma en la que se enteró...