── ❝ 𝑰𝒏𝒕𝒐 𝑻𝒉𝒆 𝑮𝒓𝒆𝒚 ❞ ──

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒄𝒊𝒏𝒄𝒐.

"...It's simple, you're who I live for
Though you don't seem to think
We're good enough for you
For you
For you..."

—Lovers From The Past, Mareux.

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Algunos días después. Thessaloniki, Grecia.

Adaptarse era una habilidad que poseía todo ser viviente, sin embargo, a Kōjiro le tomó un par de días el habituarse al cambio de horario, ganándose unas enormes ojeras debajo de esos ojos marrones.

Pero no sólo al horario debía acostumbrarse.

Para su sorpresa, los chicos que conoció ese día en el aeropuerto tras el evento que acordaron no mencionar por resguardo a su dignidad, vivirían con él durante su estancia en el país griego.

Jack Ripper era alguien bastante hábil con el té, solía ayudar con la preparación de los alimentos, de naturaleza amable salvo cuando se molestaba y había cuchillos cerca.

La mayor parte del tiempo se la pasaba leyendo tranquilamente algún libro de su autor favorito, William Shakespeare.

Luego estaba Shiva Shakti. Hijo menor de un matrimonio influyente en la ciudad de Agra, las palabras correctas para describirlo eran “tan libre como la brisa e incorregible como la misma”.

Demasiado ruidoso y quisquilloso cuando se trataba de la comida, por sus creencias, obligaba al resto a comer carne de cualquier animal excepto res.

Qin era un caso completamente aparte.

Era como vivir en la Ciudad Prohibida puesto que su amigo se tomaba demasiado enserio el ser nombrado “el emperador”.

Soltó un suspiro. Eran vacaciones de verano y sus ojeras delataba lo cansado que estaba tratando de adaptarse a su nuevo entorno.

“Me voy a morir a este paso…”

Sobaba su sien mientras veía fijamente una taza cuyo decorado decía “Ríe, ama, vive”.

En esos momentos sentía todo menos lo que el decorado pregonaba.

——Ay por el amor al poderoso Buda, esas ojeras son horrendas Koji. Debemos hacer un día de spa ——Demandó Qin tras ver el cutis de su amigo.

De todos, Zheng era el único que no parecía tener problema alguno con el cambio de horario, incluso era el que más vida social tenía seguido muy de cerca por Shiva, el cual se encontraba haciendo yoga en medio de la espaciosa sala.

——¿Un día de spa? ¿Eso es necesario sir? ——Jack no despegaba su vista del libro, una de las costumbres que había desarrollado en el escaso tiempo que llevaba viviendo con sus compañeros era el no mirar directamente a Qin.

Había algo en esos ojos celestes que le causaba una sensación de inferioridad pese a que el chino no trataba de criados a ninguno, ayudando incluso en la cocina como hace dos noches atrás donde preparó pollo en salsa agridulce.