── ❝ 𝑰𝒏𝒕𝒐 𝑻𝒉𝒆 𝑮𝒓𝒆𝒚 ❞ ──

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒗𝒆𝒊𝒏𝒕𝒆.

"...My bad habits lead to wide eyes stare into space
And I know I'll lose control of the things that I say
Yeah, I was lookin' for a way out, now I can't escape
Nothin' happens after two, it's true
It's true, my bad habits lead to you..."

-Bad Habits, Ed Sheeran.

༻✦༺ 　༻✧༺　༻✦༺

Fukui Japón.

Kōjiro estaba avergonzado. Su nido era un desastre y el sólo recordar el motivo de tanto desorden hizo que sus mejillas adquirieran un intenso color carmesí.

--... Eso no va a cambiar mi decisión de alejarme...

Su vergüenza aumentó en cuanto sintió cierta humedad resbalar por sus muslos desnudos y la necesidad de hundir su rostro en una de las sudaderas del rubio que había empacado consigo.

"Esto no puede ser peor..."

Por más que lo negara, sabía que necesitaba del alfa en esos momentos. Era peor que un celo y por ello, mejor tomó una ducha de agua fría.

"No volveré a hacer eso. No dos veces el mismo día..."

Y con ese pensamiento en la cabeza, Sasaki abandonó su desastroso nido para tomar una ducha que sólo reafirmó que no podía vivir tanto tiempo separado de él.

Apenas llevaba un par de semanas lejos de Poseidón y todo lo que terminaba rodeándolo de algún modo le hacía pensar en su destinado.

"Oh Kami-sama... de verdad necesito tu ayuda para sobrevivir sin tener ese impulso de arrojarme a sus brazos si lo vuelvo a ver..."

La realidad de aquel pensamiento hizo que cayera de rodillas en el tatami de su habitación. Si llegaba a sucumbir al instinto, Sasaki era consiente de que no volvería a huir e incluso moriría antes de dejar su vida con el rubio.

"A veces quiero creer que es amor y no masoquismo de mi parte..."

Más dócil tras sentirse agotado por sus propias hormonas, frotó su mejilla en una de las prendas que conformaban su nido, preguntándose si haber dejado a Poseidón sin ninguna explicación fue lo correcto.

"Quizás actúe por impulso... Posei es alguien cuya forma de amar es complicada..."

Agradecía que eso sólo podía oírlo en su cabeza porque si lo decía en voz alta era probable que Hrist le gritara que estaba mal de la cabeza por pensar así del rubio.

¿Era por la marca que tenía esos sentimientos hacia el alfa o de verdad lo amaba?

Con los ojos cansados, se dedicó a observar su descolocado nido.

En otro momento de su vida estaría viendo al rubio descansar después de haber tenido intimidad hasta anudarlo, acariciaría sus mejillas salpicadas de carmín para refugiarse en su pecho.

"¿De verdad fue lo correcto huir...?"

Como pudo, tomó su dispositivo móvil dispuesto a marcar el número del alfa.

Sin embargo, justo cuando iba a apretar el botón de llamar, su raciocinio hizo acto de presencia haciéndole recordar todas las veces que se vio obligado a someterse ante él.