El hermano de mi mejor amiga

Capitulo 10

Narra Jasmin

Me desperté a las 11:30 am, apenas abrí los ojos, pensé en lo que me había dicho Agustin. Fui un poco dura, pero él tendría que demostrar que en verdad me quería y que no estaba jugando con mis sentimientos.

Me bañe y me puse un pantalón suelto gris, con una remera a cuadros media marrón. Camine hasta la habitación de Clara y Marcos, estaban totalmente dormidos. No quise molestarlos así que me dirigí hacia la sala. Allí estaba Agustin durmiendo en el sillón tiritando de frio. Tome la cobija que estaba en el piso y se la puse encima. Sonreí al verlo de esa manera, se veía demasiado tierno. Le acaricie el pelo y le tome una foto, me quede observándolo por unos segundos hasta que mi celular sonó, era un número desconocido.

*Conversación Telefónica*

-Hola, ¿quién habla?

-Hola amor, soy yo mama.

-Ah, hola mama ¿cómo están?

-Bien hija ¿y tú?

-Qué bueno, si yo bien recién me desperté.

-Cuando no mi flojita- ambas reímos.

-Bueno es que anoche nos quedamos hasta tarde mirando una película con los chicos.

-Ah que bueno, ¿les gusto la casa?

-Si es muy linda y acogedora.

-Bueno, me alegra que les haya gustado- hizo una pausa- Em quería avisarte que vamos a llegar más tarde, a tu papa recién se le pincho una goma y tenemos que esperar a que nos venga a buscar la grúa.

-Oh que mal mama y ¿la goma de repuesto?

-Ya la usamos hija, seguro vamos a llegar a las 9.

-Bueno está bien, cualquier cosa me avisan.

-Si amor.

-Saludos a papa, los amo.

-Chau pequeña también te amamos- dijo mama y colgó.

*Fin de la llamada*

Me había olvidado que estaba en frente de Agustin, el al parecer había escuchado toda la conversación.

-¿Que paso?- pregunto haciendo que me sobresaltara.

-Pensé que estabas durmiendo- sonreí.

-Lo estaba, pero te escuche hablando por teléfono y desperté- dijo mientras se sentaba.

-Oh lo lamento.

-No hay problema- me sonrió- ¿Eran tus papas?

-Si dijeron que se les pincho una goma y que iban a llegar más tarde de lo esperado- hice una mueca.

-Oh que mal, pero llegan para la cena ¿no?

-Eso creo- me encogí de hombros- Bueno voy a hacer el desayuno.

-¿Necesitas ayuda?- me miro preguntón.

-No sé qué es lo que voy a hacer todavía, pero si me quieres ayudar mejor- sonreí, el asintió y nos fuimos hacia la cocina.-¿Qué te parece si hacemos un bizcochuelo?- propuse no muy convencida.

-Perfecto- sonrió- pero te aviso que yo soy un queso cocinando.

-¿Un queso?- reí

-Es una forma de decir que no se cocinar- dijo Agus riendo.

-Ya lo sé tonto, te estaba jodiendo- le pegue suavemente en el hombro.

-Auch- se quejó.

-Vamos si sé que no te dolió- dije retándolo.