El hermano de mi mejor amiga

Capitulo 60

  |Una semana después|

Narra Agus

*Conversación Telefonica*

-Hola- contesto Belén del otro lado.

-Belu, necesito de tu ayuda

-Si, decime.

-Hoy a Jas le dan el alta y quiero que me ayudes a llevarla a Brasil en unos días.

-Esta bien, ahora averiguo por los pasajes.

-Gracias, pero quiero que vallamos todos juntos.

-Claro no te preocupes.

-Gracias, ahora nos vemos. Saco a Jas de la clínica y vamos para alla.

-Esta bien, los esperamos.

-Adios- dije y corte.

*Fin de la llamada*

Ya habia pasado una semana de que ella despertó. Se puede decir que estamos bien, no nos tratamos como novios, pero si hay abrazos y una que otra mirada. Aun no le eh contado nada de nuestra historia, quiero esperar a que se recupere bien.

Hoy le daban el alta asi que iría a buscarla ya que sus padres trabajaban, quedamos en hacerle una cena esta noche, solamente con las personas que ella habia visto esta semana. O sea, serian, mis papas, los chicos, Clara, sus papas y su hermana junto con Kinc. A el si lo habia visto, pero a quien todavía no conocía era a Dafne. No la habían podido llevar a la clínica ya que no la dejaban entrar.

Mire la hora y eran las 6pm en punto. Hoy no la habia visto ya que tuve que hacer algunas cosas en el estudio. Pero no habia estado sola, los chicos junto con mi hermana se quedaron toda la mañana y mediodía.

Entre a la clínica, y luego camine hasta el ascensor, como siempre 4° piso. Camine por el largo pasillo hasta llegar a su habitación. Abri la puerta y solo vi un bolso sobre la camilla.

-Hola, ¿Jas?- pregunte.

-Estoy en el baño, ya salgo.- respondio. Me sente en una orilla de la cama mirando el piso. No creía que después de un año volviera a estar con ella.

En dos días era navidad, tenia planeado pasarla con ambas familias y año nuevo pasarla solos en Brasil, en nuestra "casa de citas", como antes nos habíamos prometido pasar todos los años nuevos allí, trataría de cumplirlo.

-Ya estoy- salio del baño con la ropa que le habia traido el dia anterior.

-Estas hermosa- la mire completa, pero al llegar a sus pies, vi que no tenia nada puesto allí- ¿y tus zapatos?- pregunte

-Em- bajo la mirada y me miro algo vergonzosa- no puedo caminar con ese taco, son muy altos- dijo y yo largue una carcajada- Hey no te rias- hizo un puchero- ¿Siempre usaba esta clase de zapatos?

-Si, todos los días casi- hable tratando de contener la risa.

-No seas asi, no te rias- se cruzo de brazos y se dio vuelta dándome la espalda, me acerque a ella y la abrace.

-Lo siento, es que pareces una niña- hable cerca de su oído, sentí como su piel se erizaba.

-¿Ah si? ¿Soy una niña?

-Si, lo eres. Una niña muy bonita- bese su mejilla, ella se dio la vuelta quedando solo a centímetros.

-Y una niña ¿puede hacer esto?- me miro los labios.

-No tienes derecho a mirarlos si no los besas- le sonrei.

-Pues entonces déjame arreglarlo- se acerco mas a mi. Sentía como nuestros labios estaban a punto de rozarse, ambos teníamos nuestros ojos cerrados, mientras disfrutábamos de nuestro momento.

-Permiso- se escucho la voz del doctor. Al vernos agrando sus ojos y bajo la mirada algo incomodo, nosotros nos separamos al instante.- Venia a entregarte estos papeles- se acerco a Jas y se los extendió.

-¿De que son?- pregunto viéndolos.

-Aquí hay algunas recomendaciones, y cuidados que debe tener. Y en el otro dice los horarios y días en los que tiene control.

-Esta bien- alejo la vista de las hojas y lo miro- Gracias doctor por todo lo que hizo por mi. Sin usted yo no estaría aquí.

-No agradezca, es mi trabajo- sonrio- bueno ahora si- señalo la puerta- si quieres puedes irte.

-Gracias.

-Ah y le recomiendo que se ponga zapatos, le puede hacer mal andar descalza.- hablo y salio de la habitacion, yo volvi a largar una carcajada.

-Ya basta- me miro seria- no es gracioso.

-Admite que lo es- le guiñe un ojo- ¿quieres que te pase mis zapatillas?

-No estaría nada mal, pero ¿tu que te vas a poner?

-Nada- me encogi de hombros

-No, deja, me pongo mis zapatos- se sentó en la camilla- si me caigo va a ser culpa tuya.

-¿Mia? ¿Por que? Si la que no sabes caminar eres tu- me burle.

-Almeyda ya me estas colmando la paciencia- me apunto con su dedo.

-¿Quieres irte sola?- levante una ceja.

-Es una oferta muy tentadora.

-Esta bien- tome mis llaves y camine hasta la puerta- te espero en la casa de tu hermana.

-¿Y como se yo donde vive?- se quejo.

-Ah no se- me encogi de hombros- vas a tener que ubicarte sola, por ser mañosa.- le sonrei y Sali de la habitación, pero me quede afuera.

-Agustin- grito, asome mi cabeza.

-¿Paso algo?

-Esperame- murmuro.

-No escucho.

-Que me esperes, que voy contigo.

-¿No que te colmaba la paciencia?

-Lo haces, pero si no, no tengo con quien irme.- se levanto de la cama con sus zapatos puestos, se tambaleo un poco pero recobro la postura. Tomo su bolso y salio a donde estaba yo.

-Dame, yo lo llevo- tome el bolso y lo colgué en mi hombro, comencé a caminar por el pasillo.

-Agustin- me llamo, voltee a verla y ella seguía parada afuera de la habitación.

-¿Que paso?

-Ven- me llamo con su mano. Camine hasta ella algo dudoso- no puedo caminar sola con esto- tomo mi brazo con ambas manos y me apego a ella.

-Para mi que es una mentira para abrazarme- me burle y comenzamos a caminar despacio ya que ella no podía hacerlo muy rápido.

-Cuando este sin estos zapatos te voy a dar tu merecido Almeyda. ¿Siempre eres asi de molesto?

-Generalmente, si- tambalee mi cabeza riendo.

-¿Cómo pude soportarte por 4 años?

-Porque me amabas- la mire y le guiñe el ojo mientras que ella solo bajo la cabeza. ¡Genial Almeyda! La pusiste nerviosa me regañe a mi mismo.

Sin decir mas palabras, caminamos hasta el ascensor, al entrar allí solo estábamos nosotros dos. Ella seguía apegada a mi.

-¿Aquí tampoco puedes mantenerte parada?- pregunte burlándome, ella se alejo.

-Si puedo- se apoyo en una esquina- ¿ves?

-No vale, estas apoyada- achique mis ojos.

-Pero estoy parada- saco su lengua. Yo solo negué con la cabeza y esperamos a llegar al primer piso. Le extendi mi brazo y la abrace colocándola bien cerca mientras salíamos de la clínica y caminábamos hasta mi auto.- Tu estas aprovechando este momento para abrasarme- se burlo ella.

-No tengo problemas en soltarte- me aleje de ella y comencé a caminar mas rápido dejándola atrás, por suerte solo faltaban unos metros para llegar a mi auto.

-Agustin, volve- me grito.

-No, porque me estoy aprovechando. No es conveniente que me acerque.

-¡Almeyda!- volvió a gritar- pues yo puedo sola.

-Quiero ver eso- me recargue en el auto mirando en su dirección con brazos cruzados. Ella caminaba lento, un pie a la vez- Con esa velocidad vamos a llegar a las 10 de la mañana a la casa.

-Callate, lo estoy haciendo lo mejor posible.

-Te pareces a bambi recién nacido- me burle lanzando una fuerte carcajada.

-Ya me las voy a cobrar- me apunto- no te preocupes.

-Deja de pelear y concéntrate en caminar sin caerte.

-Si tu cierras tu boca quizás pueda- se tambaleo y quedo parada por unos segundos.

-Me canse- rei y me acerque a ella. La tome en mis brazos mientras ella gritaba.

-Yo podía, solo era cuestión de paciencia.

-La cual no tengo- me volvi a burlar- te estoy haciendo un favor, no vallas a decir que me quiero aprovechar.

-Callate Almeyda, no quiero escucharte- la sente en el lado del copiloto y cerre la puerta. Di la vuelta al auto y me subi del lado del conductor.

Arranque el auto y coloque la radio. Estaban pasando un tema en ingles algo movido, me sabia una parte asi que comence a cantarla.

-Cantas feo- me miro ella con cara seria. Yo solo segui cantando mas fuerte- En serio lo digo, cállate.

-No me importa- me encogi de hombros, la mire sonriente y volvi la vista al camino.

-No te soporto- se quejo y le bajo el volumen a la radio.

-Hey- la mire arrugando la frente- es mi auto, por lo tanto yo decido si eso se sube o se baja.

-Pf si claro- bufo y miro por la ventana- Esta todo muy cambiado.

-Si, algunas cosas, no mucho

-¿Te hable a vos?- me miro con una ceja enarcada.

- Ni modo que le hables a algún amigo invisible.

-Si, de hecho esta allí atrás y es mucho mas bonito que tu- comenzó a reírse.

-Ah entonces estas diciendo que soy algo bonito.

-No, estoy dicien...- hablo pero la interrumpi.

-No, ya hablaste- sonrei- ya dijiste que soy bonito.

-Yo quise decir qu...- intento hablar pero no la deje.

-No, ya no puedes defenderte- la mire y le saque la lengua.

-Ash, enserio eres insoportable- se recargo en el asiento y volvió a mirar por la ventanilla.

-Como si tu no lo fueras.- le respondi. Estas peleas asi me hacían acordar mucho a cuando peleábamos antes de salir, generalmente siempre nos burlábamos de esta forma.

-Bien que te gusta esta insoportable- me miro desafiante.

-Eso no lo niego, me encantas- le lance un beso e hice que se sonrojara.

-Pf si seguro- rodeo sus ojos.

-¿Y por que te sonrojas?

-Porque tengo calor

-¿Y por que tienes calor?

-Porque hace calor

-¿Y por que hace calor?- ella ya estaba comenzando a enojarse.

-Preguntale al sol.

-¿Y por que al sol y no a ti?

-Ya cállate Almeyda, me vas a obligar a colocarte una cinta en tu boca.- gruño mientras yo reia.

-Esta bien, no te molesto mas.

-Asi me gusta, que me haga caso.- Murmuro.

-¿Que dijiste?- la mire.

-Nada que te importe.

-¿Ves? Tu me provocas, te quejas de que te molesto pero tu no te quedas atrás.

-Hagamos una apuesta- propuso ella- el que dura mas tiempo callado gana.

-Esta bien- acepte- desde ahora.- ambos nos quedamos en silencio por unos minutos. Comenzaba a aburrirme, me concentre en el camino, miraba uno que otro auto que pasaba a mi lado. Hasta que vi uno en el que un niño al parecer se había quedado dormido sobre la ventana y el auto freno de golpe, lo que hizo que este pasara un poco mas hasta el asiento del acompañante.

-Mira- lo señale- se pego en la cabeza- comencé a reírme.

-¡Perdiste! – grito ella con una sonrisa victoriosa.

-Pero no apostamos nada- la saque mi lengua- la que perdiste eres tu.

-Ash- se cruzó de brazos- No te soporto Almeyda- se quedó seria.

-Lo se- respondí con una gran sonrisa.