Capítulo LV. Secretos y Castigos. Parte 2.

621 81 5
                                    

Narrador.

Mientras en la sala de partos, ocurría todo esto, en la sala de espera, toda la familia, y los herederos mayores, Marcus y Kenai, permanecían nerviosos, esperando la feliz noticia de que una nueva integrante de la familia había llegado, además de que todo, había salido bien.

Justo en ese momento, en el teléfono de Marcus, saltó una alarma, que obligó al príncipe a atraer la atención del rey Carlos, y de su mejor amigo Kenia. Los tres se reunieron en una sala exterior a la sala de espera de maternidad, y Marcus les notificó, lo que su seguimiento de la señora Miller, había descubierto.

Desde hace semanas, esos tres, la llevaba investigado, el rey había puesto medios, para controlar a la señorita Miller, sin ser detectado, Marcus, controlaba todos sus movimientos en la empresa, sus correos, y sus cuentas bancarias, así como sus movimientos en la calle, y en el exterior de su casa, y Kenai se pasaba horas, y horas, visualizando las grabaciones que le enviaba Marcus, anotando todos los cambios que veía en ella.

Así descubrieron, varias cosas, la primera era que Nicole Miller había mentido, nunca había trabajado de secretaria, ni tenía hijos, su trabajo era telemático desde casa, sufría de agorafobia, desde hacía más de diez años, pero algo pasó, en los últimos meses, de repente empezó a salir de casa, casi no permanencia en ella mucho tiempo, casi toda la noche salía a clubs nocturnos, a veces volvía de madrugada, y con compañía masculina.

Pero lo que verdaderamente hizo saltar las alarmas, fueron unas grabaciones que recuperó Marcus, de las cámaras de trafico de la calle donde vivía la señora Miller, era de hacía unos meses. Donde se la veía saliendo de un coche, con un hombre de color, que ellos enseguida reconocieron, lo habían estado espiando, a escondidas de los adultos, hacía unos meses, ese hombre no era otro que, Hogan Morris.

Esto fue lo que hizo sospechar, a Carlos Bencomo, que esa secretaria guardaba algo, por su parte Kenia, había descubierto, que la asistente de su madre, o tenía doble personalidad, o estaba mintiendo descaradamente, y se afanó en molestarla, para ver sus reacciones, haciendo que a la señora Miller, que cada vez, le costara más controlarse, por lo menos ahora, cuando estaban a solas ellos dos, la mentirosa asistente, se mostraba mucho más natural, y el odio de sus ojos apenas se disimulaba.

Pero esta vez la alarma saltó porque, en indicador del algorítmico de seguimiento que había colocado Marcus en las cámaras de tráfico, habían detectado a la señora Miller aparcando cerca del hospital, donde ellos estaban en ese momento. Al mirar las imágenes, saltaron todas las alarmas, ya que se veía a Melody Miller, vestida de enfermera, con un gorro, mientras esta se colocaba la mascarilla tapando su boca, antes de salir del coche.

- "¿Príncipe Marcus trajiste tu ordenador?"- pregunto el rey Carlos.

- "Si, nunca lo dejo"- le dijo mi mejor amigo.

- "Bien localízala usando las cámaras del hospital, yo voy a avisar mis hijos, a la seguridad del hospital, y a nuestros escoltas. Rápido."- dijo Carlos Vieira entrando a la sala de nuevo, hizo un gesto a todos los hombres de la familia, y estos salieron fuera.

Si a las mujeres les pareció extraño la actitud de sus maridos, no dijeron nada, estaban demasiado emocionadas esperando la llegada de Dácil Vieira.

Mientras Carlos, les contaba a los hombres de su familia que estaba pasando, Kenai Vieira, detectó, algo que le pareció sospechoso, una enfermara que venía por el pasillo, la ver la reunión de tantos hombres en el pasillo, pareció sorprenderse y asustarse, y cogiendo un montón de sabanas que había en una carro, se la colocó delate de la cara, para continuar su camino y entrar en una habitación, por donde había entrado su padre, para colocarse la ropa, e ir a dar con su madre, a la sala de partos.

Seducida por PoseidónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora