Capítulo XXII. Visitas que determinan tu futuro: Promesas entre hombres.

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Kenai.

No me costó mucho esconder el móvil de mi madre para que no se diera cuanta que lo había usado, lo volví a dejar en su bolso. La verdad es que últimamente no era ella misma, siempre había sido una madre fuerte, parecía que nada la derribaba, era como el Capitán América, mi héroe favorito, ni siquiera cuando tuvo que separarse de nosotros un tiempo, por cuestiones de trabajo, la había visto así.

Yo, como le había prometido a mi Mummo, que era como quería que la llamara la abuela, significa abuela en fines, el idioma de Finlandia, debía ayudar a mi madre y cuidarla, porque al estar sola, tendría muchas dificultades en el futuro, sobre todo con sus padres, las personas que más daño le habían hecho a mi madre.

Cuando mi Mummo, vivía y su enfermedad, comenzaba a agravarse, aunque no me recordaba, sí que recordaba la infancia y la niñez de mi madre, y solía hablar con tía Milissen de lo que se arrepentía de que su hija, se hubiera enamorado, de uno de los subalternos de su marido en el ejército. En como ese hombre la había cambiado, y en como maltrataba al su adorado nieto, en favor de su nieto Jeff.

Mi tío Jeff era para mi madre, junto a mi Mummo, su verdadera familia, y siempre me hablaba de él con amor, pero nunca me habló de sus padres, sólo me dijo una vez cuando le pregunté por ellos y por quién era mi padre, ya que oí como la abuela narraba como mi madre había sido expulsada de la casa, cuando se quedó embarazada de mí, a esto ella sólo me dijo que hay personas que mejor es que no estén en tú vida, porque no te darán felicidad, aunque lleven tu sangre. Aún recuerdo sus palabras.

- "Busca sólo aquellas personas que te hagan feliz, y tú les hagas feliz a ellas, no importa si son familia o no, en la vida no todos van a querer tu bien, mi vida, por eso debes ser fuerte, y aprender a reconocer a quien verdaderamente te ve por ti mismo, quien te hace feliz tan sólo por estar a tu lado, como tu abuela y yo, que sólo queremos que crezcas, fuerte, feliz, y que seas un buen hombre, con todos tus sueños cumplidos, esa es mi felicidad."-

Es por eso por lo que, tras la carta donde Mummo que me pedía que debía de ser fuerte por mi madre, decidí que no iba a llorar más su perdida, mi adorara abuela, me había dado una misión, y yo debía cumplirla. Fue por eso por lo que llamé a tía Emy, era la única persona que conocía de la agenda de mamá, Milissen no podía hacer nada, ella también estaba sufriendo la perdida de la abuela, y debía trabajar.

Después de hablar con tía Emy, me sentí mejor, pero no sabía cómo ella podía ayudar a mi madre, aun así, le di la ubicación de donde vivíamos. Me encantaban los móviles y la tecnología, de hecho, en nuestra casa en Filadelfia, tenía mi móvil y mi ordenador, pero como nos fuimos tan rápido, y estaba tan triste por la muerte de la abuela, lo dejé todo atrás. Si los hubiera tenido conmigo hubiera ayudado a mi madre antes, yo sólo no podía, aún soy un niño.

Por eso desde que llegué del colegio, y vio que mi madre había encendido su móvil, decidí usarlo, la contraseña era fácil, mi madre había usado la fecha de mi cumpleaños. Así que localizar a tía Emy, fue pan comido, lo que también me dejo preocupado fue el papel médico que había sobre la mesa, no entendía nada de lo que ponía, por eso se lo envíe a tía Emy, ella seguro entendía más, y casi reí cuando ella me dijo por mensaje que le diera la ubicación, seguro que ella vendría a buscarla.

Pero lo que no esperaba fue que al teléfono de mi madre llegar un mensaje, inmediatamente después, de enviar la ubicación, era de una persona que mi madre había nombrado como "Babosa pervertida", no sabía lo que significaba, pero mi madre tenía muchos mensajes de él, y en todos, deseaba saber dónde estaba, y que estaba muy preocupado, ninguno lo había respondido, que comenzaron a llegar más, en cuanto activó el móvil.

- "Hola Kenai, soy Rayco Vieira, el jefe, y la pareja de tu madre, por lo menos pretendo serlo, he intentado, buscarla todo este mes para acompañarlos en vuestro dolor, quiero que cuentes conmigo, para todo los que necesitéis, y te aseguro, que partir de ahora no estaréis sólo, ya voy a buscarlos, pero no le digas nada a tu madre, o volverá a huir, siempre que me necesites puedes llamarme a este teléfono."- al principio no me gustó ese mensaje.

Seducida por PoseidónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora